20101122

Imagínate

Sabes, me encanta jugar a imaginar realidades posibles, ficciones paralelas a esta que vivimos. Es un bonito ejercicio mental que practico cuando estoy solo, sin labores de la academia, sin huir a refugiarme obedientemente en la TV, sin escapar hacia los miles y miles de mundos atrapados en cuentos y novelas.
Por la mañana, cuando el bus queda atrapado en el tráfico de tortuga, olvido momentáneamente que me dirijo a clase y no me percato cuándo empieza esto, la música del radio baja su volumen. Concentro mi mirada más allá de las gotas de lluvia que frenéticamente bajan por el vidrio para estrellarse contra el empaque de caucho que impermeabiliza la ventana… Todo ha enmudecido, se detienen las gotas, el mundo se ha paralizado. Ahora soy nadie, soy todos, soy Dios, soy mi destino, soy tu destino, soy el Universo que nace y estalla a mi voluntad sin que nada de esto salga de mi cráneo.
El tablado está vacío, hay ruido de fondo, el bullicio de todos prestos a subir para recitar lo aprendido. Entro yo, todos de pie, el público me aplaude, yo director y protagonista. La escena está lista, todos a sus posiciones, lentamente se encienden las luces, ahora puedo ver el panorama, empieza el show. Estoy en el bus, los extras están sentados en sus sillas forradas con un gracioso calzoncillo blanco que contrasta con el resto de la tapicería. Entran en escena uno por uno los personajes, por la registradora, acomodándose de pie junto a mí, aferrándose de los asientos y las manijas para no dejarse caer cuando el escenario arranque y frene. El semáforo da la señal, y uno a uno en su respectivo compás, recitando su parlamento en voz baja, callando justo antes que el otro empiece, cuchicheando en su momento. No podemos demeritar el trabajo tras bambalinas, allí, más allá de nuestra cabina de autobús-pequeño teatro, afuera pita un carro, pita otro, se escuchan frenar, el nuestro acelera, se detiene. Entonces miro por la ventana, hace rato hay una diminuta flecha de fuego en el cielo, nadie la nota, es curioso. Pronto adquiere velocidad y ahora sé a dónde se dirige, justo al centro de la ciudad, es el fin, al menos el de los que estemos a cinco kilómetros a la redonda. ¿Para qué angustiarles? Morirán felices sin saberlo, todos tranquilos, menos yo, que soy testigo del Apocalipsis en primera fila, callo por su felicidad, los dejo dichosos en su ignorancia. La silueta de los rascacielos oculta la flecha de fuego, eventualmente toca suelo.
Entonces la mañana fría y gris momentáneamente es el corazón del sol mismo, la temperatura se eleva hasta volver plasma las rocas, la silueta de los edificios se desvanece. Los pasajeros apenas alcanzan a ver por el cristal de la salida de emergencia. Sin haber escuchado aún el estallido, llega la onda de choque de la explosión, una ráfaga de viento levanta a todos los vehículos de la calle, ensordeciendo los gritos de los desesperados protagonistas de mi escena, se lleva en pedacitos todos los vidrios, luego una marejada de fuego libera todas y cada una de las almas en una última exhalación calcinando y evaporando los cuerpos que las retienen: he aquí el infierno en tierra. Todos estábamos condenados.
El semáforo cambia a verde, el policía hace señas y nuestro conductor avanza, voy tarde a clase. Y cuando parece que toda esta farsa en mi cabeza ha terminado, empieza de nuevo, casi que se repite, pero con variaciones, algunas veces grandes, otras casi imperceptibles.
Vos deberías practicarlo. Es muy sencillo. Tan pronto conozcas a una persona empiezas a estudiar detalladamente su conducta emocional, te lo advierto de una vez, nunca podrás predecir exactamente qué está pensando, aún si llevas años examinándole. De vez en cuando para obtener resultados de otro modo invisibles, debes experimentar produciendo algún estímulo que genere una situación poco común, basta con un pequeño evento, quizá si te enfadas, o le haces cosquillas… qué sé yo, improvisa. Y con mucha atención captarás la respuesta del conejillo de Indias. Comparas el resultado obtenido con el modelo teórico que has venido creando, lo corriges y voilà, ya tienes cómo simular con bastante aproximación una situación donde tu rata de laboratorio aparezca.

Sin embargo, ten cuidado durante este estudio, que no te descubra, es difícil llevar a cabo esta empresa sin que nadie lo note. Si te quedas mirándole fijamente a los ojos por un tiempo prolongado puede empezar a sospechar, y de ahora en adelante actuará y de su ser no revelará nada más para ti, y sólo proyectará lo que vos quieres ver, todo lo que vos crees saber, cuando estés presente armará un show sin que lo notes.
Te quería contar algo, pero me estoy yendo por las ramas.
Anoche, después de acompañarte al paradero, llegué muy cansado. Escuché música, comí y fui a la cama. Recordé que las noches anteriores me había sido imposible conciliar el sueño, en ocasiones por simple angustia existencial, otras porque el sueño no quería caer sobre mis párpados. Afuera, a lo lejos, el agua sobre el pavimento como una pequeña tempestad generada al paso de un carro por un charco, de resto completa calma acústica. Allí, yo, encerrado en mi cuarto, postrado en mi cama, dando vueltas para un lado y otro, atrapado por las cobijas, sin control sobre el juego que ahora me tenía atrapado. Había olvidado tomar mis medicamentos. En el juego yo…
Desperté, tarde como siempre, presto, clase de siete, no hay tiempo para tomar una ducha, ropa encima, café sin dulce, huevos batidos… Este humilde narrador sale hacia la épica travesía a la hora pico por las calles capitalinas en su metálico fiel corcel ajeno, motor diesel, 250 caballos de fuerza, diez y nueve pasajeros sentados, quince de pie, mil cien pesos tarifa por viaje.
Siete y cinco. Ya casi llego, quinientos metros me separan del aula, tramo que se hace infinito. PAUSA, hoy puede no haber clase, siempre puede ocurrir un inconveniente, bueno, siempre puede ocurrir, pero es poco probable, a lo mejor el profesor llegará después que yo lo haga… su madre se levantó necesitando atención médica, quizá ayer no llegó el cheque de su sueldo, hoy temprano lleno de cólera fue al juzgado a demandar a la universidad y quizá lo detuvo un policía de tránsito por llevar la puerta del baúl abierta. (Jesús exclama el uniformado al ver una mano anciana llena de sangre coagulada tratando de abrir la puerta…).
Siendo realista todo esto es poco probable.
Llegué al salón de clase, entré por la puerta de atrás y literalmente iluminé el recinto. Caminé a hurtadillas hasta el fondo, en vano, pues fui descubierto por el maestro que enseguida me preguntó algo que había explicado hace rato, y que desde luego no escuché por llegar tarde, por haberme despertado tarde, por no dormir bien anoche… al menos la lista de asistencia no había pasado todavía. Excelente situación, hoy la clase es con proyector, salón oscuro, el calentador del aire funcionando al máximo, maleta al suelo, manos en la mesa, los ojos se cierran, la frente se dirige hacia las muñecas, por fin siento el sueño que no he dormido en esta semana. Dos horas más tarde me despierta la hoja de asistencia. La luz sigue apagada, el salón lleno, el profesor no notó que mentalmente capé clase.
Afuera el día mejoró un poco, ya cantan los pájaros. Como, luego existo. Pequeña socialización con los compañeros, noticia nueva, el profesor de ensayos no viene, hay un congreso no sé dónde, confirmación de otra noticia, tampoco viene el profesor de materiales, sigue con laringitis. Diez de la mañana, biblioteca por cuatro horas ininterrumpidas. Es hora de relajarse, matar el rato. Finalmente vos apareces y vamos al restaurante:
• Tú, de mal genio, no te culpo, tienes razón, ¿por qué no comprendes que todo eso ocurrió la semana pasada y esta es una semana nueva? Está bien, digo te quiero, ahora vos sin haber acabado el plato te levantas, vas al tocador, como cosa rara te demoras horas y horas, sales con los ojos aún empapados, te acercas y me susurras al oído con la voz entrecortada que soy un imbécil, me preguntas cómo es posible que no tenga sentimientos, un último adiós y te vas.
• Tú, y esa maliciosa mirada escondida tras un gesto de seriedad. Sabes que no podrás mantenerla por un segundo más, ríes y corres al baño. Estás loca, ¿sabes qué es lo mejor?: yo también. Te veo asomándote desde la entrada del baño, otra vez haciendo esa señal. Me levanto del puesto, abandonando las maletas y me dirijo al baño, casualmente entro al de mujeres, ¿donde están los orinales?, quizá más al fondo, esto es una trampa: ha caído un incauto dices cuando cierras la puerta, tú y yo desnudándonos con la mirada, sin poder contenerlo, estallamos en un mar de besos y caricias…
• Tú, y tu mirada perdida en los recuerdos de no sé cuál fulano, y yo, aterrado con la idea de no llegar a ser nunca jamás la razón de tus suspiros. Aún no has decidido qué ordenar, apresúrate, ya vienen a preguntar… entonces pides que te sugiera algo, y yo simplemente me sonrojo…
~ y vos al verme te apenas también, reímos y pedimos cerveza mientras pensamos mejor, la tarde pasa volando, tú y yo revelándonos el uno al otro, sin ocultar nada…
~ y yo simplemente me sonrojo, vos piensas a gritos tonto, pero yo no quiero darme cuenta de que soy el peón que va a sacrificarse inútilmente en una batalla de desamor y venganza de la cual no soy protagonista.
~ Finalmente vos de nuevo al lado de aquel que te había roto el corazón. Seguramente meses después recordaré ese momento cuando esté viéndote desde el marco de la puerta, por un momento dudaré qué carajos hago en este hotel, me acerco lentamente, vos durmiendo, que cara tan hermosa, quisiera ver los ojos de los que me enamoré… y a tu lado ese maldito. ¿A quién mato primero?, mejor cerrar la puerta bien, a este le clavo el cuchillo en el pecho mientras ella despierta, y antes de que pueda gritar ataco su garganta… cuando acabe todo, salto por el balcón, bonito encabezado de los periódicos mañana por la mañana…
En ese momento escapo del juego, ya no puedo controlarlo, ya no puedo discernir entre la realidad y el juego, en cualquier momento me llama y yo no me percato, en cualquier momento salgo y sigo jugando… aún tengo poder, sé que cuando se torna macabro estoy delirando… ahora lo recuerdo claramente, tres realidades, tres posibles historias, todas ellas suponiendo que tú y yo nos conocemos…

Uno de estos días me llenaré de valor, y sin que mi voz tiemble te saludaré, te invitaré atomar un café, espero causarte una buena impresión, hablaremos de todo y de nada, del pasado, del futuro, del ahora…

Ojalá fueras real. 


Felipe Gómez © 2007 - 2010
Todos los derechos reservados.

20101108

Oid autómatas!

Dicen que todas las cosas han sido dichas.
Dicen que los sentimientos han sido sentidos.
Dicen que todos los libros están escritos.
Dicen que todo ha sido descubierto y no hay nada más que encontrar.
Dicen que el primer amor es solo otro más en la lista.

A todos los que dicen eso, jódanse. Péguense un tiro, salten del primer edificio que encuentren y quédense bien muertos. Si no tienen el coraje para hacerlo, intenten seguir viviendo desde su nube objetiva, absoluta, irreprochable, pero callados, sin contaminarnos. Sigan con sus trajes grises, acartonados, esclavos de sus trabajos. Sigan con su cabeza baja, sonámbulos, obedientes, acerebrados. Pero por favor no se reproduzcan, no le aten el yugo a los recién nacidos libres, no se clonen humanos sin alma.

No interrumpan el proceso creativo, no corten las alas de aquellos que nos atrevemos a pintar el mundo con otros colores. Entiérrense si no quieren saber de sentimientos, por que el que ama realmente está vivo y su experiencia es única, propia, tan subjetiva como la conciencia misma del ser.

Por su propio bien, desistan. Como dijo un poeta:
"podran cortar las flores pero no detendran la primavera"

20101104

Agua

He optado por el camino del odio. Estoy harto de amar pero que esto sea algo puramente unidireccional, y como veo las cosas nunca, jamás recìproco como lo fue.

¿Quieres analogías? Invertir en sentimientos equivale a ponerse en la tediosa labor de tratar agua de lluvia, de montaña, de un pozo, tratarla para hacerla potable. Con esta te puedes bañar (¡joder! vaya desperdicio), hacer una deliciosa sopa con cariñito, bañar al perro, la puedes gastar en lo que te venga en gana. Lo más idiota que se puede hacer es dejarla ir por la alcantarilla.

¿Quieres algo màs dramático? Veme en un yate, solo, cruzando el Pacífico, mas bien enlatado en una cápsula espacial, viajando desde Marte hacia la Tierra, un viaje de cuatro meses como los viajes de Colón. Ahora si que ves la importancia de haber filtrado y pasteurizado el agua. Debo bañarme una que otra vez a la semana, debo hidratar los alimentos a comer, hielo para el whiskey (imagìnate, en gravedad cero el whiskey saldrìa del vaso, pero no como una nube, por tensiòn superficial se arreglarìa en una esfera oscilante, un ovoide que se achata hacia los polos, luego hacia el ecuador y se repite armonicamente), a lo mejor tengo reservas para hacer lo que me venga en gana, todo excepto hecharla por la borda.

¿Sabes qué le pasa al agua en el vacío? Una parte se evapora y la otra se congela, a la vez. Ya me veo poniendo una bola de agua en la exclusa, la activo y miro por la venilla. Un hermoso jet de minùsculos cristales de hielo y vapor corre, se aleja perpendicularmente, los cristales como diamantes difractan la luz del Sol, giran ràpidamente, los colores varían rápidamente, del rojo al violeta, se desvanecen en la oscuridad del espacio profundo, auì estàn de nuevo, en otro cristal, titila, vienen y van de millones de unidades parpadeantes policromáticas de esa nubecilla que crece y se atenùa, allí va el agua, mi agua, un espectáculo magnífico, hermoso, ves miles y miles de arcoiris minùsculos que se alejan y se alejan cada vez mas para confundirse con el negro vacío de afuera, de la nada infinita que nos rodea pero nunca tomamos conciencia de ella.

Éxtasis. Tiempo de relajación. El corazón deja de latir en los oídos, la visión se nubla momentaneamente. Respiro. Entonces estoy de vuelta en mi ser, y me pregunto si valió la pena tal ejercicio. Cierro los ojos y sonrío. Definitivamente.

¿Qué pasa cuando se ama sin reciprocidad? Pues vaya y venga hacer este ejercicio de botar agua por la borda. Pero al repetirlo dia tras dìa le hace perder su gracia. Llega un momento en que pones tu esfera de agua en la exclusa y olvidas mirarla desbaratarse e irse al espacio. Lo haces por rutina pero no puedes dejar de hacerlo. Te hastìa pero no puedes dejar de hacerlo. Odias hacerlo, pero ya sabes, no puedes dejar de hacerlo. La computadora de la nave te dice "Advertencia, algùn idiota a bordo está arrojando material, pasando por alto la conservaciòn del movimiento, desviando la trayectoria por un capricho estùpido. Correcciòn realizada. Las reservas de combustible merman. Deje de hacerlo o nos vamos a joder". Y sigues echando agua por la borda.

Esta situaciòn llegarà a un final. Puede que se te acabe el agua, pero llegues a Tierra sano y salvo con un reporte en la bitàcora de vuelo sobre tus idioteces. Puede que se acabe el agua pero nada que llegas, te deshidratas ¿de dònde sacaràs el agua ahora? ¿haràs una parada en la pròxima estaciòn de combustible? pendejo, te mueres deshidratado, llega un bonito cadaver a tierra. Puede que se acabe el combustible, y tengas agua para joder la vida hasta que te mueres por que la trayectoria te va a llevar en cìrculos infinitos persiguiendo la Luna, un asteroide te pulveriza, caes directo en el Sol, o mejor aùn, llegas a la Tierra en rumbo de colisiòn, te quemas entrando a la atmòsfera y te pudres bastardo tan cerca de haberlo logrado.

Asì pues, lo más inteligente es dejarse de tonterías, no desperdiciar el agua. ¿Sabías que se recicla el aire en las naves espaciales? Cuando exhalas se escapa algo de vapor de agua. También se extrae agua de la orina. Como ya te dije, es complicado conseguir agua en el espacio interestelar. No he encontrado un modo para dejar de encantarme cada vez que veo ese estallido multicolor, mi parte racional no es escuchada, no tengo más alternativa que jugar de modo infantil, "combatiendo fuego con fuego", sentimiento con sentimiento, odiando cometer el acto, sin odiar el hecho en sì mismo.

Sé que lo sabes, pero no sobra repetirlo. Jamás te odiaré, pero he decidido odiar amarte.

20101102

Sobre las relaciones interpersonales.

-"Es natural en el ser humano relaicionarse con otros. Durante el proceso de aprendizaje y maduración (como los buenos vinos) hay uno que otro traspié, nada por qué desanimarse eternamente de nuestra especie. El truco para esta selección radica en buscar sin buscar.

Cuando buscas con empeño la visión se nubla por la subjetividad. Ves lo que quieres ver, oyes lo que quieres oir. Entregas a esa persona más de lo que deberías, depositas en terreno valdío sueños, siembras en suelo infértil. Imaginas que están en sintonía cósmica, pensamientos armónicos en fase coherente. Entonces viene lo estruendoso, macabro y más saludable: romper el velo que el subconciente te impone, ves las cosas con claridad a costa de caer de esa nube en la que te has montado y vuela tan alto como tus esperanzas habían crecido en esa persona. Entre más subes, más fuerte la caida.

Es hora de levantarse y seguir con tu camino.

Dar con una verdadera amistad, es como el verdadero tesoro en las historias de la búsqueda de cofres magníficos llenos de oro, al final tendrás el lucro material, pero el verdadero tesoro lo has encontrado sin habertelo propuesto, es la aventura, la odisea, esa transformación interior, el mutuo crecimiento. Es el compartir sin con alguien sin atadura alguna por parte y parte, caminar por mutuo concenso por el sendero de lo que llaman vida."

-Estás muy borracho.

-No, solo me alegro de haberte encontrado.

20101025

Sobre las canciones.

 Hay canciones que se meten a la cabeza y se niegan a salir. Se agarran con sus fuertes bracitos a los canales del caracol, o se engordan ráìdamente para no caber de nuevo por el tímpano. Entonces hay que recurrir al otorrinoralingólogo para extraerlas, aunque este no sea el especialista indicado. La gente no hace eso usualmente, el sentido común es el menos común de los sentidos, entonces buscan otra canción, una especie foránea que se hace al hábitad y desplaza las especies existentes, practicando el viejo refrán del clavo sacaclavos. El alivio dura tan solo unos minutos, la alegría de haberse sacado un sonsonete de la mente. por que ya no la tararea, ya no silba ridículamente esa melodía en específico.

Entonces tienes metida una canción en la cabeza, de nuevo.

 

http://www.youtube.com/watch?v=Je8MXiwmNIk

20100626

Queremos Paz



Santiago despierta las once y cuarenta. Esta vez no acabó con el semestre, ni este acabó con él. Se ha declarado un empate técnico, ni el uno pasó en limpio con buen promedio, ni el otro pudo matarlo con el stress.

Primero abre los oidos, deja que lentamente las vibraciones del aire sean procesadas por su cerebro aún hinchado, el mundo va cobrando su volúmen habitual. Luego abre los ojos, no hay molestia, poner el cubrelecho en la ventana aisla bien el ruido y la luz.

El decidirse a ponerse de pie le tomó un buen rato, se rasca las bolas, se estira y se pone una pantaloneta. No tiene ganas de ser visto completamente desnudo hoy. Abre la puerta de su cuarto para ser enceguecido con todo el brillo del día colándose por las ventanas en el apartamento. Orina con ganas, calcula que ha dormido unas trece horas, "con razón la meada es tan amarilla" piensa y se rie. Abre un poco los ojos para cersiorarse que no está meando fuera del tiesto. Se mira en el espejo apenas puede encontrarse entre las ojeras infinitas.

Revisa el cuarto de sus padres. "No hay nadie en la casa, hoy no es domingo."
Se asoma al balcón. Hay unos pelaos jugando fútbol en el parque, piensa que él debería hacer un poco de ejercicio, no le vendría mal. Quizá en estas vacaciones volverá a trotar a las cinco de la mañana. Enciende el computador, mientras carga el sistema opeativo va a la cocina, alista una caserola, la olleta, la tabla y el cuchillo. Vuelve al computador, lo conecta al equipo y pone el primer álbum de Caifanes.

Un pocillo de leche y otro de agua por una pastilla de chocolate. "Mátenme por que me muero" arremetiendo contra la cebolla larga, bien picada y al aceite caliente. Lava el tomate, meticulosamente lo corta en cuadritos de cinco por cinco milímetros, no le gusta encontrarse trozos de cáscara en el plato, espera que la cebolla haya dorado para agregarlo. Solo piensa en obtener ese sabor de huevos pericos de la cafetería de la esquina, ese que nunca ha encontrado en ningúna casa, ese que probó hace más de quince años y se ha quedado clavado en su memoria sensorial. Un poco de sal para el guiso. Y no en todas las cafeterías se encuentra este sabor. No por lo menos en las de hoteles de cinco, cuatro y hasta tres estrellas. No es un sabor que esté restringido a los dosmil seiscientos metros de altura de la sabana cundiboyascense, ese sabor característico se encuentra aparentemente por toda la geografía colombiana.

"Estoy tan enamorado de la negra Tomasa..." Lo raya la canción, no quiere  pensar en las increíblemente idiotas cuestiones del corazón. Recuerda que esa canción es vieja, que la oía en el colegio, que tiene un buen solo de saxo, vistos de jazz entre ese ritmo de cumbia y luego la guitarra, así que no le para bolas y se concentra de nuevo en su sabor perfecto. El tomate ha liberado ya su jugo, el guiso está en su punto. Un par de huevos grandes en la nevera untados de caca serán los privilegiados. "Deben ser de gallina campesina" se dice mientras los lava, los quiebra y vierte en un plato hondo, vienen premiados con doble yema los dos. El hogao se está secando, va a quemarse. Justo antes es el punto.

Santiago ha trabajado en esta receta desde la primera vez que pudo usar la estufa. Grasa, cebolla, tomate, sal y huevos. Los mismos ingredietnes de siempre. Quince años buscando el perfeccionamiento del procedimiento, y crée que aún no lo ha logrado. A veces se desanimaba cuando obtenía huevos pericos caseros. Pensaba que algo debían tener esas cacerolas de las cafeterías, tal vez guardan el sabor secreto por preparar docenas de veces al día la misma receta. El logro más significativo lo obtuvo hace ocho años, cuando no tenía aceite y usó mantequilla.

Desde entonces ha practicado variaciones sin rigurosidad científica. Ha puesto los huevos con el hogao al tiempo, les ha puesto leche, algo de pimienta, batir los huevos antes de echarlos al fuego, añadirlos sin batir y esperar un buen rato hasta que cuaje la clara, incuso añadir la sal al momento de servirlos. Con las variaciones se acercaba más y más, y luego de repente un grave retroceso. El proceso se estaba complicando innecesariamente, sabía que la hipótesis más simple era la más viable. ¿Cómo era posible que conocieran una receta tan compleja como codiciada en por lo menos diez cafeterías en 200 km a la redonda de Rodriguez?

Entonces encontró el punto de cocción del hogao. Reprodujo el sabor de los huevos de cafetería, y lo mejor es que conocía el paso a paso y podía repetirlo cuando se le viniera en gana. A la mañana siguiente fue a la cafetería, pidió sus famosos huevos pericos, y se encontró con una enorme desilución al sentir exactamente el mismo auténtico sabor inalcanzable.

El guiso hecho con aceite de oliva tiene un olor sutilmente distinto. Le agrega una cucharadita de mantequilla y lo revuelve, apenas esta se ha derretido por completo vierte los huevos intactos, busca la sal en el estante, le pone menos de media cucharada de palo, vuelve la sal a su lugar y la clara ha empezado a coagular. Busca un tenedor y bate la mezcla. La leche con agua ha hervido, agrega la pastilla de chocolate y bate con avidez. Baja la llama de los huevos, sigue batiendo el chocolate. De vez en cuando arranca con el tenedor un trocito de huevo cocinado untado del mismo aún blando. Ese sabor le encanta.

Es como las historias de la búsqueda del tesoro, que a la larga es un cofre vacío, o una tontería por el estilo. En tales fábulas el verdadero tesoro es la aventura que se tuvo hasta encontrar el cofre, es el crecicmiento personal de los protagonistas, cómo se hacen más fuertes y logran vencer sus miedos.
"Logré el sabor perfecto, ¿y ahora qué?" es lo que día a día le pasa a Santiago en todos y cada uno de los aspectos de su vida, entonces echa las cosas a perder, manda todo a la mierda para empezar de ceros y volver a buscar el sabor perfecto.

Sirve el chocolate con bastante espuma, los huevos pericos en la cacerola y pan francés fresco comprado quizá por su padre al desayuno. Suena el celular.

- ¡Quiubo mijo! Vea que tenemos unas nenitas con ganas de farrear. ¿Va a venir al pueblo o qué?.
Santiago sonrio y contestó:
- Me baño y salgo para allá con la carpa.

20100622

Arrebatos

Ya sabe compadrito que debe dejar de ser tan impulsivo. Ya ha metido la pata muchas veces por esa maricada, y no aprende, ¿qué quiere? ¿terminar matándose para entender las cosas? A ver si hoy se ganas un resfriado, mírese, empapado de pies a cabeza, todo por llevarme la contraria antes de salir de casa.

Que saque la sombrilla, no por que no va a llover, vea parce que el cielo está gris desde la mañana, que no huevón, eso con la chaqueta impermeable basta, póngase al menos unas botas de cuero, al menos así no se mojará los pies. ¿para qué? con los tenis de lona basta y sobra. Sabes loco, ya pareces una abuela con tanta recomendación, maricada del tipo "te lo dije" y demás, ya estoy en la calle, fresco.

Vea que por toda la mañana llovió y no va a parar de llover. Si, es una chimba ver la ciudad así, un domingo lluvioso de elecciones y partido del mundial, no hay nadie en las calles, de repente la tierra se traga ocho millones de habitantes. El cielo es una sola nube gris que absorbe los cerros orientales, se desmorona en gotas ligeras y constantes. Increíble que con esa llovizna tan cula estén a punto de desbordarse los caños, hay que tener en cuenta que no ha parado de llover desde la madrugada. Bendita lluvia espantabobos.

Bueno parce, no entiendo por qué no cambia ese lugar de votación, queda en la mierda. Lo escogí por que queda cerca a la casa de los abuelos. Los abuelos se marcharon hace años, sabe que, coja un puto bus. Hoy quiero caminar. Haga lo que se le venga en gana. OK. Llegamos a la mesa, anula su voto haciendole bigote a los canditados, pinta cerdos a diestra y siniestra como un pelao del kinder, sonrie y reclama el certificado electoral para sacar el pasaporte con descuento y largarse en cuanto pueda de este país que se va a la mierda, ¿ya está contento compadrito? Aún no, quiero caminar. Vamos a ver el nuevo centro comercial, queda a veinte calles, subimos hasta la avenida Norte-Quito-Sur, caminamos por ella hacia villamayor, cuando vamos llegando le da por acordarse al señorito que conoce a alguien que trabajó allí, ¡que chimba!. Parce: media vuelta y vas a recorrer la ciudad entera, voy a saludar a la arquitecta, ¿ves ahora la importancia de los tenis de lona? ¿Qué le quiere ver de bueno a estar con los pies empapados? Los tenis son más prácticos para caminar que las botas, ya estaría mamado de tanta caminadera. Pues bueno, al menos las medias tienen buen caucho y no se dejan comer por los zapatos.


Lleva una hora caminando y hasta ahora pasa la Jimenez. Voy bien de tiempo. ¡Esa arquitecta vive en la mierda! Llegaré cuando todavía haya luz. Camina a cuatro kilómetros por hora, esa vaina está a más de diez y son las cinco de la tarde, ¿piensas irse corriendo todo el trayecto? Hoy no quiero correr, solo caminar, creo que caminaré hasta que anochezca y luego tomaré un bus ¿que te parece loco?. Pendejo, son las cinco y media, al menos deberías llamarla, puede que ella no esté en casa. ¿Quién no va a estar en casa hoy domingo lluvioso de partido mundialista? Ustéd por ejemplo. No me jodas la vida, huy parce, pilo. Ya le entró el delirium tremens. No estoy loco, mira esa coscorria que viene detrás mío, tiene una pinta de caco. Todo bien parce, relájese. ¡Marica, me va a robar! Deje de ser tan pendejo, no tiene nada en los bolsillos, vea, cruce la avenida, si esa ñanga cruza también puede chillar todo lo que quiera. Ah puta vida, ¿por qué la ciudad está tan sola? No venga con esas tonterías parcero que hace ratico le encantaba eso. Si hubiera traído la sombrílla tendría un buen elemento contundente. Esas vainas son desechables, fijo la agarra del mango para cascarle al man y se la tira, vea compadrito, el perro siguió derecho, oe ¿hasta cuando va a seguir caminando parce? Hasta que llegue a la casa de ella.

Ahora no podrá negar que tengo razón, apuesto parcerito que tiene los dedos de los pies morados. Solo estábn un poco frios. No me meta los dedos a la boca, no me va a decir que cada paso que da es como caminar en una cama de agujas. Bueno, si, tengo los pies engarrotados. Pues aplíquese la técnica de supervivencia urbana número 37: "Dado que las medias pueden triplicar su peso al absorber agua antes de saturarse, buena parte del calor corporal se pierde intentando evaporarla. Los tenis, por el contrario, a pesar de ser del mismo material, el espacio entre las fibras del tejido es reducido, se saturan rápidamente al mojarse..." se secarán más rápido y perderas menos calor. ¿Y dónde me las quito? ¿acá en la calle? ¿Dónde más maricón? Hey calma. Sumercé hace en ocasiones unas preguntas tan estúpidas que provoca fracturarle el cráneo entre una llanta de tractomula y el pavimento. ¡Huy que gonorrea! que pecueca tan picha ola. Ya se ganó hongos en los pies. Huy parce, vea, me quedaron oliendo las manos, hay que quemar estas medias, quedaron endemoniadas. Guárdelas loco, nunca se sabe, vea, ya oscureció, devuélvase a la casa. ¡Perate 'ome! ya voy a llegar. Me encanta el olor de la sangre en las noches de lluvia. Vamos llegando al Polo.

Ahí tiene loco, no va a estar en casa. Calmate mano, voy a timbrar. Oh que bien, le saluda la tía y dice que el resto de la familia se fue a pasar las vacaciones en Holanda, ¿desea sumercé dejar algún mensaje? Mierda. Parce, arranque para su casa, ya está tarde y no hay nada que hacer, ¿a quién más conoce en esta ciudad? Pues de conocer, conozco mucha gente. ¿Dígame con quién realmente le gustaría hablar en lo que queda de noche? no se quede callado con cara de perro, los amigos se cuentan con una mano y sobran dedos. Siempre tan aguafiestas. Admítalo loco, se ganó la solitaria a pulso, excepto tal vez quizá por la arquitecta, yo no sé como esa vieja se lo aguanta. Me voy a pie. ¡Excelente idea! vámonos por la NQS hasta las Américas, llegaremos a casa en tres horas si es que no nos violan.

Tengo hambre. ¿Qué esperaba parce? no ha comido nada desde el desayuno a medio día, y supuestamente estaría en casa para el almuerzo. ¡Ah! que raye, todo está cerrado. Súbase a un bus de una buena vez, los jugos gástricos empezarán a carcomerle los pulmones si no traga algo pronto. Quiero caminar otro rato, ya vamos a mitad de camino. Hey loco, ha de estar más helado que culo de muerto.

Ahora entra a la casa, con sigilo. Voy a saludar a mi madre, pero se echó su foco. Va a la cocina, encuentra cachama guisada, arvejas y habichuelas pasadas por agua. Pongo a calentar a fuego lento, mientras tanto voy al computador a ver si ya descargó la película. Revisa el correo, no hay nada nuevo, así que abre la mensagería instantánea. ¿Qué pasó con la polla mundialista ome? Huy parce, goleada de Portugal, excelente. Que te parece loco, eso nos cambia el goleador. Kaká no está haciendo ni un culo. Ah!, lástima que ya no se puede cambiar.

Ya huele a pescado, sírvase sumercé y traiga rápido. No creo poder comerme todo el pescado, esta mierda es muy grande, será solo la mitad. Hey, busque en google a ver en cuantos links aparece. Nos vá como bien en el blog. A ver comómo nos va en el CareLibro, vea, vea, se conectó el parcero de Cali, échele un saludito. ¡Marica! se cayó un arroz en el teclado, entre la e y la r. Quieto parcero no digite o sino esa mierda se hunde y toca destapar el teclado. Ya lo volteo, pere, nada que sale. Oprima la r, o la e, pero no las dos al tiempo. Salió uno, ¿estás seguro que era un solo grano? N.P.I. loco, revíse. Hay otro, salieron pegados del tenedor, pere, ya, el teclado está limpio. No se vaya a comer eso, tiene huevo, en el teclado se acumulan pelos y piel descascarada, mínimo tiene ácaros. Proteína animal, ¡yumi! Usted me da asco.

Y ahora empieza a hacer ruidos guturales, ¿se va a vomitar el nené? no me diga que se mandó una espina. ¿Qué cóme que adivina? Intente toser parce, a ver si se sale esa vaina, eso, si quiere repita. Nada, esa espina como que se clavó. Creo que debería avisarle a alguien, en caso que no pueda sacarse esa vaina álguien debería acompañarlo a un hospital. Fresco, no creo que esto sea tan grave, mis papás ya están durmiendo, me da pedo ir a despertarlos. ¿No había papa o yuca en la cocina? La única harina era el arroz. Este man se está muriendo y solo piensa en las calorias que hoy comió. No me crea tan imbécil, en esta casa cuidan bastante la dieta, una sola harina por día. Entonces trate de toser pasito que los va a despertar, ¿dónde tiene la espina? Creo que la alcanzaría a tocar con los dedos. A ver, métase la mano a la boca, no regurgite, fijo se está pellizcando la campanilla, valla al baño y escupa. Espere le aviso al huevón de Cali que me voy a sacar la espina, que si no vuelvo en diez minutos puede llamar una ambulancia. Quien lo entiende, ¿no sería más práctico avisarle a su madre? Si pero ya está dormida. No haga tanto ruido, métase al baño. Esa mierda me está jodiendo, vea, ya escupo sangre. Trate de agarrarla entre el índice y el corazón. Como si fuera tan fácil, esos dedos no son opuestos. Intente entonces meter el dedo gordo y el índice hasta su garganta, atembao. Creo que la toqué. Tosa e intente de nuevo, ya está salpicando todo el lavamanos. No parce, no puedo agarrarla con los dedos, está muy adentro, ya está enterrada y está todo muy baboso, como si la envolvieran flemas. ¿Tiene unas pinzas largas? Tengo unas pinzas viejas del curso de electrónica, están en mi cuarto, con los cables, las resistencias, los integrados, los leds, ahí al lado del multímetro. Huy pero están como oxidadas, imagínese engangrenarse la garganta. Eso no me pasa nada, venga. Míre al espejo que no puedo ver, abra mas la boca, nada, escupa de nuevo. No chino, lo que hice fue pellizcarme las cuerdas vocales, las pinzas la agarrarían pero no me caben en la boca. ¿Tiene un cuchillo? El cuchillo carnicero que odia mamá, la vez pasada lo afílé y casi se baja un dedo. Bueno marica, le tocó cortarse los cachetes y meterse esa pinza. Funcionaría, pero me quedaría un rajón ni el hp, sonrisa de oreja a oreja. ¿Sabe exactamente dónde está la espina? Cerca a la manzana de Adán, ¿qué propone? Una pequeña incisión en la tráquea. ¿Arriba o abajo de la epiglotis? ¿Qué es esa mierda? busquémos en interné cómo se hace una traqueotomía. No parce, no hay tiempo. Aliste algodón e isodine, con esparadrapo taparemos esa vaina cuando acabe.

Hágale de una por la parte de arriba de la espina. Tiene que hacerle con más fuerza mano que no está cortando profundo, hágale con ganas. Eso, ¿vé que si se podía? Dele que sumercé es el que sabe dónde está la espina. Meta las pinzas y procure no pellizcarse mucho. Dele, no se preocupe que no está chorreando tanto, igual ahorita limpia con el trapero. Sáquela con cuidado, no querrá clavársela de nuevo, agárrela fuerte, eso, ¡qué gonorrea espina tan grande! ¿Ve que no era tan jodido? Debe ser más fácil que sacarse una muela. Si quiere ahora puede echar el madrazo, pero échelo con ganas. No se preocupe por el reguero, la sangre cae facil de la ropa si está fresquita, y es más fácil aún con agua caliente. ¿No le agrada ese olor en las noches de lluvia?

20100621

Muerte o Ausecia

A Don Benjamín lo atropelló una tractomula el sábado por la mañana, salía del turno de la noche como vigilante en el conjunto donde vivo. Dejó una viuda, seis hijos y otros tantos nietos.

Hace años la tía (abuela) Lola murió de cancer en el estómago según los médicos, yo sé que fue por pena moral tras la muerte de su hijo por un absurdo accidente de tránsito del que salió caminando, pero se lo llevó cuando estaba en el hospital.

El Tío (abuelo) Antonio luchó contra un cáncer de estómago dos años. No pudo más, murió después del año nuevo del veinte diez. Era apénas unos años mayor que mi mamá, eso la afectó muchísimo.

Estas muertes me llegan de uno u otro modo, pero no eran seres tan allegados como para aflijirme profundamente por su deceso. ¿Entonces qué es la muerte para mí? Es como si Don benjamín hubiese renunciado, o hubiese sido trasladado a otro barrio, la muerte es como si nunca hubiera vuelto a Tenjo a visitar a la tía (y de hecho no he vuelto). Es como si el tío Antonio se hubiera ido a Estados Unidos a trabajar con el tío Misael. La muerte se reduce a un profundo desconociemiento de la conciencia del obciso, aunque bien se tiene en cuenta su paradero (osarios, urnas y demás).

Caso completamente distinto el de Julieth, una chica de 19 años, con una vida bien complicada per se. En las buenas y en las malas la acompañaba su hermana menor. Nunca la conocí más que por fotos, pero sé que era feliz. De repente esta chavala se muere. (Infarto, muerte súbita, no me atrevo a preguntarle a Julieth)

Ahora estimados lectores les demostraré en lo personal lo más cercano a tan macabra experiencia. Supongan que la mujer que aman se va. Simplemente se va. Os dejo a vuestro criterio el tipo de despedida. Supongan que no pueden contactarla por más detective privado que le metan a la cosa, pues ella se ha mudado, cambió su número telefónico y cerró su e-mail. A lo mejor cruzó el océano y empezó una nueva vida en una isla solitaria con bellos acantilados en Italia. Supongan que queda de ella tan solo un vacío silencioso en su lugar.

Supongan que ella no es el centro del universo, pero bien es una parte escencial en vuestra vida, se ha convertido en algo tácito, inherente, y sin embargo podía irse en cualquiér momento. Supongan que en dicha situación deben mantenerse en sus cabales, pues la vida sigue. Ahora pasan los meses silenciosos, ya se ha perdido la cuenta de los días de la última vez que hablaron. Los recuerdos pueden ser decantados, se extrae el zumo, lo valioso de la interacción persona-persona con el ser perdido. Eventualmente llegará la resignación y la aceptación del abandono, eventualmente, pues tal proceso puede durar en algunos casos unas noches o toda una vida.

Para fines prácticos ella ha muerto y sus cenizas se han esparcido desde la lanzadera espacial a 400 km de altura sobre todo el globo. Está en algún lugar de la Tierra. Luego, el duelo.

Entonces, ¿qué diferencia la muerte de la ausencia?

Aquí operan los milagros, no precisamente lazarescos, o de transplante cerebral tipo Frankestein.

Ahora suena el teléfono, ella quiere un tomar café.

20100607

"Un diccionario para entender a los bogotanos"

Bogotálogo: usos, desusos y abusos del español hablado en Bogotá

Este es un proyecto que viene desarrollando Andrés Ospina desde hace seis años, ahora patrocinado por la Secretaría Distrital de Recreación y Cultura. Este diccionario busca compilar la identidad del habla en la capital.


http://www.youtube.com/watch?v=fO1Nm8FviDo

http://www.culturarecreacionydeporte.gov.co/portal/node/3594

Acpm. Base nutricional de la dieta bogotana, conformada en dosis equivalentes por cuatro componentes (arroz, papa, carne y maduro) –todos ellos igualmente proteínicos, saludables y balanceados–, en una combinación que sin duda despertaría la envidia del más avezado experto en alimentación.

“Para mí almuerzo sin su buen ACPM no es almuerzo”.

burundanga. Escopolamina. Alcaloide tropánico extraído de las hojas de diversas plantas. La más común de éstas en la Sabana de Bogotá es el borrachero o burladora (datura stramonium). La sustancia es un poderoso depresor del cerebro y de las terminaciones nerviosas, de uso generalizado por parte de quienes profesan cierta particular modalidad de hurto consistente en intoxicar a la víctima para privarla de su voluntad y uso de razón. En dosis excesivas los efectos de la burundanga pueden ser irreversibles e incluso letales.
“Ahora ni en taxi pedido se puede andar porque le echan a uno burundanga”.
Véase paseo millonario, paquete chileno, tumbe, farra, cascado, choro.
calvazo. Golpe seco y veloz, propinado con la palma de la mano abierta, sobre la cabeza de algún desprevenido ubicado de espaldas al agresor. Costumbre predilecta de los compañeros mayores de colegio, quienes, con el aval de los monitores de ruta, que por regla general suelen estar en su mismo curso, gustan de golpear impunemente a los pequeñuelos de primaria y preescolar.
“Profe: ¡Los de Décimo nos viven pegando calvazos en el bus!”.
Véase monitor, ruta, chuzo, hueco, biyi.



20100531

Volver al mar

Llueve en cada rincón del planeta, una vez cada tres años, meses enteros, por la tarde, por la noche, por la mañana, cuando al cielo se le da la gana. Hoy me harté de la lluvia en la capital. El olor a tierra tan familiar que se levanta cuando se precipitan desesperadas las gotas, hoy me repugna. Me hastíé de estar empapado aguantando frío.


Quisiera volver al mar. Quisiera estar de nuevo en la playa, disfrutando el aire húmedo, con la espesa y fresca brisa, quisiera sentir de nuevo el calor de la costa, donde no solo el sol irradia, lo hace también la arena, las olas, la sombra, sentir de nuevo esa sensación de bienestar y despreocupación.

Correr de nuevo hacia el mar, aunque sea ese mar de turistas, mar de mentiras, un mar tranquilo y cristalino, con pequeñas olas rompiendo con suavidad. Correr por la arena dorada, hasta que el agua llega poco abajo de la cintura, hasta que nadar sea más eficiente que correr. y nadar de nuevo, hacia el mar abierto, hacia la boya más lejana en la bahía. Una carrerita.

Volver a jurar a mitad de camino que no volveré a fumar, putear otra vez la condición fisica de sedentario, detenerme y tomar un respiro, flotando boca arriba, con la facilidad que brinda la densa agua salada para ejecutar esta función. Ver el cielo azul con una que otra nube de algodón, el sol radiante, blanco o amarillo, llevar la contraria y mirarlo de frente. Sentir el aire denso y cargado de oxígeno entrando en mis pulmones negros.

Nadar. Ser solo para nadar, no pensar más que en la próxima bocanada de aire a tomar, girando la cabeza hacia la derecha cuando el brazo esté fuera del agua, meter la mano en ángulo de incidencia casi paralelo a la superficie, mientras el otro brazo sale del agua. Empujar el agua hacia atrás, patada, con fuerza, patada, guardando energías para el camino largo, patada, el brazo derecho está atrás, patada, la mano izquierda ya va a entrar de nuevo al agua, patada, casi razante, el líquido no opone mayor resistencia, patada, brazo derecho afuera, brazo izquierdo remando, patada, el ciclo de cuatro tiempos va a completarse, patada, todo este tiempo la exhalación contínua ha vaciado al 70% los pulmones, patada, giro la cabeza y respiro como un cataléptico recién salido de su tumba. Allí está la boya, el ciclo de cuatro tiempos reduce su velocidad, de nuevo un respiro.

Ejercer de nuevo la función de flotación boca arriba, cerrar los ojos por el sol quemante, inhalar lentamente, exhalar igualmente, podría haber muerto. Pese al mal estado físico, no estoy tan oxidado. Me sirvió aprender a nadar desde  pelado, tierra adentro, en la montaña, en la capital, dos kilómetros y medio más arriba de donde estoy. Vaya que la Tierra es grande, pero no se siente, uno se acostumbra a ver el horizonte cercado por los cerros, así es la capital, un mundo de quimeras, con clima de primavera europea todo el año, lejana a la selva que se extiende por todo el territorio patrio.

Me gustaría volver a ese instante, haber tenido un cuchillo en el cinto y estar alerta, no estar cojeando empapado y congelado volviendo a casa, en la aburrida capital.

20100525

Bitácora del Capitán

Llegué temprano al observatorio, se supone que uno que otro estudiante va a venir a preguntar sobre sus notas, "vea que yo vine tal clase" que le ponga el chulito de asistencia, "no pelao, sumercé no firmó, entonces no vino", que cuantas páginas debe tener el trabajo final...

Esta mañana salí de casa como alma que lleva el diablo, no desayuné, apenas me bañé. Caminando hacia la avenida comí unas galletas y tomé una avena en bolsa. El fuckin' transmilenio se veía lleno at infinitum, opté por el clásico ejecutivo de $1,300 (en mis tiempos de primíparo $900), pues los cebolleros me dejan en Centro Nariño, más allá de Corferias. San Diego-UNAL-Javeriana, tetia'o. Me colgué en la puerta delantera, la maleta quedó balanceandose peligrosamente por fuera del bus mientras buscaba de donde agarrarme. Estaba paseando en Chiva, en pleno Bogotá a las 6:50 am.

Ya en el observatorio decidí lavarme la boca, sentía el sarro acumulado hastiándome. Saqué el cepillo y la crema de la maleta, busqué la llave del baño. Pensé en todo el trabajo que hay pendiente, los trabajos de las tres mecánicas (estadística, celeste & fluidos) en el orden cronológico de entrega. Aplicación de la mecánica estadística no extensiva (propuesta por Tsallis hace dos décadas) a la velocidad peculiar de galaxias en general (escala macroscópica del universo, buscando una generalización del caso de los clústers). Estudio de la órbita de un asteroide en resonancia 1:1 con la Tierra,  dada la perturbación por la Tierra, Júpiter y Saturno, este sistema es caótico, hay que estudiar la medida del caos de Lyapunov y aplicarla al sistema. Dinámica Computacional de Fluidos, o cómo ajustar las condiciones de frontera para un objeto inmerso en un flujo laminar mediante un sistema de coordenadas no cartesiano (p.ej, elípticas) y resolver numéricamente. Además en lo berraca que está la situación de la universidad, si los capuchos hacen otra pedrea, cierran por lo menos hasta la otra semana, cuando hayan pasado las elecciones (primera vuelta).  Me convendría si y solo si el semestre se alarga una o dos semanas. Con lo perro que es el rector eso es imposible.

Vierto la crema sobre el cepillo nuevo, y no sé por qué diablos se me ocurre echarle un chorrito de agua. Esa es una costumbre de ella. Sonrío. Un año y cuarto fue tiempo suficiente para conocer y adorar sus manías. Cuando terminamos, quería no verla nunca jamás (al menos esa semana). Me había pegado dos borracheras apenas sin tiempo para el guayabo. Seguía un protocolo desactualizado, ortodoxo en la tradición de Rodriguez, precario y cavernícola desde aquí y ahora.

El primer día en la universidad luego de haber roto con ella fue un lunes. Llegué temprano, sabía que ella tendría clase en la mañana, tuve delirium tremens en la estación del fuckin' transmilienio,  cuando pasé por su facultad camino al observatorio el pulso se aceleró, plena taquicardia. A medio día me relajé. Sabía que ella se iría a casa a almorzar, estaría con su abuelita un rato, molestaría al gato, estudiaría un rato y volvería para la clase de inglés de las 6:00 pm, y por ser ella, saldría sobre el tiempo de la casa, el gato estaría más mimoso que nunca, la abuelita le pediría que comprara pan chino, llegaría la mamá, finalmente llegaría a las 6:25 a clase. No había riesgo de encontrármela.

Por la tarde estuve en la biblioteca. A las cinco me fui por un tinto a la oficina (estando aún en pregrado no tenemos un lugar propio, pero siempre nos encuentran en la cafetería de Artes).  Encontré a los compadres de la carrera, mamando gallo como siempre. Esta vez el tema de conversación era un loco curso de contexto y las tareas que dejaban. "Agujeros negros y máquinas del tiempo", buscar una serie de televisión ó una película donde hayan viajes en el tiempo con sus correspondientes paradojas (viajar al pasado y follarse a su madre para ser su propio padre, viajar al pasado y matarse antes de viajar, luego no podría haber viajado a matarse, entonces estaría vivo y viajaría de nuevo al pasado para matarse...) , teletransportación con agujeros de gusano, visita a universos paralelos a través de agujeros negros.

Estaba en mi Kibbutz (según Oliveira, no wikipedia). Ese era mi refujio, procuraba abstraerme de la vida "real" y sumergirme en babosadas y tonterías científicas, suposiciones absurdas defendidas con buenos argumentos físicos, podríamos ser excelentes guionistas de ciencia ficción. 

"-En la película La reliquia del futuro tienen problemas cuando desarrollan la máquina del tiempo por que al enviar un objeto al pasado este aparecía en la misma posición (relativa al Sol) mientras que la Tierra se habría desplazado, pero eso lo corrigen con una traslación espacial, de algún modo un agujero de gusano. -¿No deberían viajar las partículas con el marco de referencia Tierra también? -Tenga sumercé en cuenta que las máquinas del tiempo pueden llevarle al pasado sólamente hasta el momento en que la máquina empieza a funcionar, siempre y cuando la máquina nunca se apague. -Entonces ¿cómo diablos pueden grabar a Jesús cuando sale de su tumba? -Omitamos ese detalle, toda la historia empieza por que hay una secta cristiana que tiene un espejo que ha guardado la imagen del loco, y tal espejo resulta ser una cámara digital comercial que aún no existía, entonces se plantean la posibilidad de construir la máquina del tiempo..." bla bla bla.

Juro que la vi entrar a la cafetería. No tenía las gafas puestas, así de lejos no veo ni un culo. Pero la reconocí. Vi su pelo oscuro, largo, ondulado y voluminoso. La vi con la botella de agua que siempre carga, vi su maletita en la que no cabe nada pero le cabe todo lo que necesita. Llevaba puesta la chaqueta negra que parece un gabán. Desde que entró, caminó por el corredor de diez metros, se detuvo al lado de las escaleras buscando a álguien, a lo mejor a la compañera de inglés, pasaron unos quince segundos eternos. No me vió en ese lapso de tiempo, pero cuando giró su cabeza hacia donde yo estaba me acobardé, infinitamente, evité el contacto visual mirando hacia el cielo gris por la ventana, me hice el loco mientras los nervios colapsaban. Con el rabillo del ojo ver que me reconoció, luego se marchó.


20100521

Bitácora del Capitán

2010 05 21 18:37

Hoy descubrí que Vargas Llosa conoció a Cortázar en París, antes de la publicación de la Rayuela. En el preámbulo que hace a la obra de este tío de Bruselas, argentino de corazón, revela un aspecto que no había visto desde esta óptica: el juego.  La escritura como un juego, el papel como el salón de recreo atemporal, y como la cotidianidad es el caldo primigéneo para crear mundos ficticios,  realidades fantásticas.

Filipo Rviz y el Taller del Cuento Ciudad de Bogotá 2008

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Filipo Rviz / Felipe Gómez abre este espacio en abril de 2008 cuando hizo parte del Taller de Cuento Ciudad de Bogotá 2008.
Dirigido por Carlos Castillo Quntero
http://www.tcuentobogota.blogspot.com

Desde entonces esta Bolsa de Ideas reune los relatos preliminares.


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