20130930

Empleos extraños: Auxiliar furtivo de ventas en Supermercados

Llega a usted este boletín del consumidor por este extraño medio, bien sea fotocopiado o electrónico, para salvaguardar sus intereses monetarios en la dura labor de compras de víveres. Hay contratos laborales que nunca son firmados. Basta con un acuerdo verbal, la palabra de caballeros aún guarda su valor infinito para unos pocos. Este empleo es uno de esos casos en los que no puede haber firma alguna. La sociedad podría considerarlo ilegal, casi un asalto a mano armada.

    No he podido descifrar el nombre técnico de esta profesión, en cada cadena de supermercados usan un nombre clave diferente, pero en todas siempre debe haber alguien ejerciendo ese cargo innoble, así como todas y cada una de las empresas constituidas en este país deben tener un contador.

   La primera vez que los noté estaba tomando un café, abriendo el libro y tratando de recordar en qué parte de Dublin caminaba Leopoldo Bloom a eso de las tres de la tarde, después del proto almuerzo con emparedado y cerveza cuando una señora cuchi-barbie, de unos cuarenta y tantos con las nalgas bien paradas y los senos bien escotados, estaba de compras con su carrito repleto de gaseosas, cereales light y paquetes de papas fritas. Seguramente andaba en los preparativos para un aquelarre en su casa esa noche. Encontró los paquetes gigantes de chicharrón light en la parte alta del estante, se empinó para alcanzarlos y justo en ese momento un personaje X que pasaba por su lado dejó caer un paquete de maní en su carrito. La señora siguió hacia la caja, facturó todo sin sorprenderse por el artículo de más.

Es evidente que las cámaras de seguridad de los supermercados  no están allí para garantizarla integridad de los clientes, o que aquellos poco íntegros lleven productos sin pagar. El centro de operaciones está allí para que estos sujetos sean completamente desapercibidos, por que inmediatamente dos cámaras de vigilancia se movieron, casi que podría jurarlo, y me dejaron en su plano óptico, no dejaron de vigilarme hasta que salí del almacén.

Volví el Domingo, allí estaba de nuevo el sujeto X, con una pinta muy similar, quizá la misma. Me hice el pendejo, tomé un carrito metálico y empecé a llenarlo de elementos propios para preparar un ajiaco con pollo. Primero fui por los tallos, las arracachas, las papas y la zanahoria, busqué la crema de leche, pasé por la sal, me devolví por un ajo y unas arvejas, seguí hacia las carnes, compré pierna-pernil, fui por el arroz, la mazorca y los aguacates. En todo el camino estuve atento para ver al sujeto X, extrañamente no me lo crucé. Sabía que él debía aparecer en cualquier momento para ponerle alcaparras a mi ajiaco, pensé por un momento que mi teoría de conspiración eran solo palabras sin articular. Llegué con el rabo entre las patas a casa, desempaqué y oh sorpresa, las alcaparras estaban en la misma bolsa de los tallos y las arracachas, y en efecto estaban facturadas. Un sujeto Y debía operar con X, y es seguro que el equipo operativo estaría regodeándose de sus habilidades.

El miércoles volví al almacén, pedí un café, abrí el Ulises en un capítulo cualquiera (craso error),  y simulé estar leyendo. Aguardé dos horas y cuatro cafés tratando de ver a X y anotando sospechosos para Y. Entonces dos guardias de seguridad me sacaron del negocio alegando que yo estaba interrumpiendo la calma de los demás clientes. Como me acusaron de irrumpir la calma les di gusto haciendo pataleta mientras me sacaban del negocio. De reojo alcancé a ver a X en servicio al cliente riéndose con una mujer que sosopeché era Y.

El domingo siguiente no pude entrara al supermercado, estos mentecatos habían puesto una foto mía en la entrada del almacén, los porteros me esperaban. Así que fui a otra cadena, pedí otro café y me senté a descubrir otro X y otra Y.

Uno a uno los fui descubriendo, uno a uno me fueron vetando. En menos de tres semanas tenía restringido el acceso a las principales megatiendas de la ciudad. Decidí redactar un informe de queja detallado para la cámara de comercio de Bogotá, pero estos tontos me enviaron a un juzgado por calumniar la buena fe de los señores comerciantes. Asistí solo para poner un derecho de petición exigiendo ver las listas de nómina, horas de entrada y salida de los empleados, realicé una que otra entrevista a las malas a altas horas de la noche siguéndolos.

Estos tipos se las ingeniaron bien. Los auxiliares furtivos de ventas legalmente no existen, no están contratados, son fantasmas fiscales. Seguro su sueldo debe salir de las propinas y las "donaciones a nuestra fundación patatín patatán" en cada cadena de almacenes.

Yo me gané dos años de reclusión en un centro psiquiátrico patrocinado por una de esas dichosas fundaciones. Al salir me sentí abatido, completamente derrotado. No podía comprar comida en la ciudad, en todos los almacenes me tenían vetado. Empaqué mis cosas y decidí irme a un pueblito cerca de la ciudad, manejé un bajo perfil. Bastaron tres meses para llenarme de enjundia y decidir luchar contra el sistema.

He redactado esta evidencia hoy justo antes de partir a nuevas ciudades, buscando evidencia contra esos auxiliares furtivos. Cuando logre conectarlos por nómina podré acusar de robo a los supermercados. Viajaré al D.F. Me infiltraré en un Wallmart o un Carrefour, voy a adquirir el nivel de confianza suficiente para convertirme en un vendedor de élite, un mercenario de Colgate, P&G y PepsiCo. 

No quiero que se pierda todo lo que he logrado y le dejo a usted estimado lector anónimo la información suficiente para que empiece a hacer averiguaciones por su cuenta. Le contactaré por este medio.

20130925

Fidelidad: De Dirac a Moraes

...Puedo decir del amor (que tuve):
que no sea inmortal, puesto que es llama 
pero que sea infinito mientras dure.

Soneto de Fidelidad, Vincius de Moraes.

La teoría especial de la relatividad presentada por Albert Einstein en 1905 cambió radicalmente la concepción de algo conocido intuitivamente por todos: el tiempo. Hoy en día sabemos que la simultaneidad depende del observador, que las cosas pueden contraerse, que el tiempo mismo corre distinto, todo para mantener invariante la velocidad de la luz.
    Parece ser que los físicos (desde Newton) nos ensañamos en un determinismo absurdo que asignaba un mismo tiempo para todos los observadores, tanto en marcos de referencia inerciales como no inerciales, incluso cien años después después de Einstein. No me refiero a la física, sino a la vida.

    En particular, este servidor está reconociendo que no tiene la capacidad de entender cómo el tiempo se dilata o se contrae según el ritmo de vida que llevamos, que ese ritmo es único para cada observador, por más que estemos todos en el mismo marco corrotacional, 24 horas/día a más de 23.000 km/s dándole la vuelta al Sol. Y esto no se restringe a cuestiones laborales, académicas, nutricionales y jornadas de higiene personal. Va más allá, se extiende a la vida misma, a quien se es, quien se quiere ser, con quien se quiere estar.
    Me cuesta mucho comprender cómo el amor puede ser no simultaneo. Para un reduccionista es trivial, el amor se le puede acabar (primero) a uno de los dos. En un sentido relativista ambos empezamos al mismo tiempo, como la liebre y la tortuga, corriendo cuesta abajo, tú liebre sin pereza no paraste para descansar, yo tortuga me moví apenas más rápido que un caracol, y cuando sentiste insalvable tal distancia entre los dos abdicaste. Aprendí a correr, y cuando pude ir a toda marcha ya no estabas.

    Por otro lado, el principio de incertidumbre de Werner Heisenberg puede interpretarse bien como que la medición altera el sistema cuántico que se está observando, o como que el sistema puede estar en uno de infinitos estados posibles pero solo con la medición todas las posibilidades colapsan para que exista solo una. 
    Y así es la vida: en cada momento se tiene un abanico infinito de posibilidades, universos paralelos que tienen este mismo punto de partida, aquí y ahora. ¿Qué es vivir? Tomar decisiones, elegir una ruta que automáticamente elimina las demás, con cada paso que damos las demás opciones mueren para permitir la realización de un futuro. Si no se hacen elecciones el abanico de posibilidades permanece abierto, y puede ser así por siempre, pero no habrá futuro.

     Los versos de Moraes tienen para mí un sentido matemático bien conocido: Delta de Dirac. Esta función no tiene análogo tangible, pero describe perfectamente aquel sentido mortal e infinito. En un intervalo (de tiempo) infinitesimal esta función crece más que cualquier otra conocida, en principio sin punto de convergencia. Así es el amor, desaforado, sin límite, infinito. Y luego, sin más, se precipita con la misma rapidez que creció para quedar en ceros, llana, como si nada extraordinario hubiera pasado nunca.


    Tú, mujer Delta de Dirac, te abandonaste al amor sin dudarlo, dejándolo crecer hacia el infinito. Cuando yo vencí el miedo a colapsar todas las opciones de vida para elegir una, elegirte, pude entregarme de lleno al amor, entonces ya estabas en ceros de nuevo.

La matemática tiene dos cuestiones a mi favor:
1) Cuando integras un delta de Dirac en un intervalo de tiempo, este deja huella.
2) No hay restricción alguna para sumar dos deltas sucesivos.




20130910

Sinceridad

kintsukuroi:
(n.)(v.phr) "to repair with gold"; the art of repairing pottery with gold or silver lacquer and understanding that the piece is more beautiful for having been broken.

Viral message

Tú y yo somos un proceso irreversible. No podemos violar las leyes de la termodinámica ni mucho menos imaginar que nada malo nunca sucedió. No podemos hacernos los de la vista gorda, no podemos dejar que esa semilla de la discordia siga allí, que ya nos separó, siga creciendo en silencio, que nos hace mirarnos a los ojos para ver el reflejo de nuestras almas carcomidas por ese cáncer, nuestros días sin Sol, nuestras vidas sin rumbo.

Quisiera poder.

Quisiera tener la capacidad de sanar tu corazón, quisiera desde lo más profundo de mi, poder reparar todo el daño que te hice, que nos hemos hecho. Quisiera aniquilar toda traza de odio. Quisiera que luego miráramos hacia el ahora, y viéramos todo como un mal chiste, no ignorándolo todo, no con total atención en ello, sino con convicción y firmeza, seguros que en la vida a veces se tropieza, pero lo que importa es seguir adelante.

Quisiera que tomaras mi mano una vez mas llena de confianza, con la devoción que te tengo y que vos me tuviste. Quisiera encontrarme contigo en tus sueños, en mundos imaginarios, en este. Quisiera ver de nuevo el resplandor de tu ser, tu sonrisa, para siempre.

No te salves (Mario Benedetti)

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.

Táctica y Estrategia (Mario Benedetti)

Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos


mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible


mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo
ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos


mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos


mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple


mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo
ni sé
con qué pretexto
por fin
me necesites.

Filipo Rviz y el Taller del Cuento Ciudad de Bogotá 2008

Sobre esta página

Filipo Rviz / Felipe Gómez abre este espacio en abril de 2008 cuando hizo parte del Taller de Cuento Ciudad de Bogotá 2008.
Dirigido por Carlos Castillo Quntero
http://www.tcuentobogota.blogspot.com

Desde entonces esta Bolsa de Ideas reune los relatos preliminares.


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