20081017

Metaficción

Otra Versión de Judas

Ha transcurrido poco mas de un siglo desde que Runeberg publicó Kristus Och Judas, causando gran controversia no solo en la iglesia católica si no en las iglesias cristianas que siguen la tradición de los evangelios. ¿Cómo puede costar tanto admitir la existencia de otras posibilidades?
¿Por qué no puede ser Judas Iscariote el único que comprendió cabalmente el mensaje de Jesús? ¿Por qué Judas no pudo obligar a Jesús a revelar su divinidad? ¿Por qué Dios no pudo encarnarse como Judas?
Estas preguntas y ciertos detalles junto con desasosiego inherente llevan a pensar que algo está mal, a lo mejor resulta incómodo ver este calidoscopio.
Tanto Runeberg como Robertson hacen mencionan que “un hombre que diariamente predicaba en la sinagoga y hacía milagros frente a miles no requiere la traición de un apóstol”. Episodios de la Biblia donde el pueblo exige pruebas de la divinidad de Jesús en el momento de su crucifixión. “Tú que destruyes el Santuario y en tres días lo levantas, ¡sálvate a ti mismo, si eres el Hijo de Dios, y baja de la cruz” (Mateo 27.40, Marcos 15.29).
Estos aspectos conducen a una nueva formulación, implican ir hacia atrás, hacia la cuna del inconformismo. “El hombre prefiere creer en la nada a no creer en nada” dice Nietzsche finalizando Zur Genealogie der Moral. Si se elimina a Dios de la ecuación, todas las inconsistencias quedarían solventadas, atribuidas al factor humano, un error de comunicación.
Una interpretación más clara se ofrece partiendo de un pergamino encontrado en la antigua Babilonia, en los tiempos de la cautividad de Israel. El narrador al parecer se encuentra en una indagatoria ante un tribunal. Menciona la exitosa prueba de la fe del pueblo israelita dándole un Mesías, que posteriormente es calificado como un falso profeta.
Si Dios no existe, entonces fue creado por el hombre para dominar al hombre más débil. Puede existir una secta milenaria que gobierne todas las naciones con gran sutileza.
Siguiendo este orden de ideas, los milagros de Jesús son una gran puesta en escena (que incluiría leprosos, ciegos, tullidos, incluso resurrecciones), que cuenta con un sinnúmero de actores. ¿Quién podría escribir con más verosimilitud que aquel que tiene fe? Allí es donde los apóstoles empiezan a jugar su papel. Son espectadores inocentes en primera fila, pero para revelar la divinidad de Jesús es necesario que uno de los más cercanos lo entregue.
Judas y Jesús eran sectarios, se conocían mucho antes que empezara a predicar en Galilea. Desde jóvenes fueron instruidos para ejecutar el engaño, la elección de quién sería el Maestro y quien el Traidor fue algo dejado al azar.
Judas Iscariote decidió suicidarse al no soportar haber entregado a su hermano a una dolorosa muerte.

Manuscrito

Manuscrito

Saludos Doctor Newmann
Las labores de búsqueda de los jardines colgantes no ha sido del todo infructuosa. La estructura en sí fue construida con tecnología primitiva, Hemos encontrado ladrillos de bareque cubiertos con una delgada capa esmaltada. Las pruebas muestran alta fragilidad, si hay una pequeña fisura en la superficie se propaga rápidamente bajo la presión d la estructura que sostiene, permitiendo el paso del agua que diluye los ladrillos.
Por esto no hay mayor evidencia del palacio real, la lluvia y el viento a lo largo de los siglos se lo ha llevado todo.
Por otra parte hemos encontrado fragmentos de un manuscrito. Un colega experto me ha ayudado a traducirlo. La transcripción viene adjunta a este mensaje.
La búsqueda continuará en esta zona unos cuantos meses más. Algunos sugieren seguir rió arriba el Eufrates. Esperamos contar con usted para cuando llegue el momento de tomar la decisión.
Cordial Saludo
P. Hewitt

Bien pudiendo Egipto o Babilonia destruir esta nación, doy gracias al supremo tribunal por dar una nueva oportunidad al pueblo de Israel.
Mis discípulos y yo hemos demostrado que incluso las clases más altas en Israel esperan con fervor la llegada del Mesías. Nosotros les dimos su redentor, ahora explicaré por qué el resultado no fue del todo satisfactorio.
Es evidente que aquellos que mejor se identifican con la ascética son los pobres y los ignorantes, más aún cuando se implanta un sistema monoteísta. Al llevar cautivas las clases mas privilegiadas de Israel a Babilonia encontramos un gran desafío. Su mente no es tan dúctil como la de los píos.
Mis discípulos y yo organizamos una prueba, que ha tardado menos de un año. Creamos una secta donde el maestro es el mismo Hijo de Dios. En menos de seis meses logramos por lo menos veinte fieles que podrían llamarse discípulos, y cerca de un centenar de seguidores menos comprometidos.
A un año de empezar era preciso sacrificar al Maestro, pues la prueba saldría de control. Uno de los nuestros ejerció la labor de traidor. El Maestro fue entregado ante las autoridades babilónicas, quienes en secreto lo juzgaron y ejecutaron. Muchos sectarios perdieron su fe en pocos meses al no tener mas noticia del Mesías. En cuanto al traidor, fue muerto a pedradas por sus propios condiscípulos. Para ser coherentes con las escrituras hemos hecho correr el rumor de que este era un falso profeta y su maestro un falso Mesías.
Lo más notable de esta prueba es que, pese al buen trato ofrecido por el rey Nabucodonosor, el pueblo de Israel se siente oprimido, buscan un redentor.
Sugiero seguir trabajando con esta nación, es prometedora, y maleable. Ha mostrado las ventajas del Monoteísmo.

Ciencia Ficción

Arca 2.0

La tenue luz eléctrica marcaba el comienzo de otro día, aún se mantenía la sincronización, era algo espectacular, los días de verano eran más largos que los días de invierno.
La cafetera se había quedado sin suministros, pensó en pasar por la tarde por la biosfera B-3, de paso revisaría un aspersor bloqueado.
Hoy habrá otra junta, será algo rutinario, control de mutaciones en las especies más vulnerables, limpieza de la energía del reactor, evaluarán la producción de alimento, que otra vez superará la meta, todo como de costumbre
Para el Dr. N. los circuitos que controlaban el reactor nuclear y distribución de recursos del bioma estaban mal diseñados. En una década había quemado por lo menos cinco procesadores. Le parecía muy estúpido el modo de pensar de los demás habitantes del domo.
— ¿Tiene idea de la magnitud del problema?
— Oh si, un procesador, no hay mas que cambiarlo.
— Bien, ¿dónde conseguimos un procesador? ¿Conoce usted una tienda de electrónica abierta a 300.000 Km. a la redonda? ¿Por qué no mejor sale a la superficie a ver si ya abrieron una?
— Exagera usted, pues se toma el procesador de alguna computadora personal.
—Ya hemos hecho eso, en cinco ocasiones, dígame, ¿sabe cuantos computadores personales quedan en esta biosfera? ¿Qué carajos haremos no quede un maldito chip sin quemarse?
N. sabía que exageraba la situación, el sabía que aún quedaba el sistema manual. Sería algo engorroso, pues de tener que recurrir a este método, que requería que dos personas estuvieran monitoreando en cada momento del día.
Activaron el modo manual, desnudaron el núcleo de la computadora principal, cambiaron el chip y reiniciaron el sistema. La computadora retomó el control sin novedades. Buscaron los planos de los circuitos. El Dr. N. sabía que tendría diversión para rato rediseñando la cosa, de tal modo que no sobrecargara el procesador. Distracción por al menos dos meses.
El Dr. N. pensaba en las doscientas personas que tenía a su cargo. La mitad eran unos idiotas, fallaron al escogerlos. ¿Quién en su sano juicio elegiría para continuar con la humanidad a la mitad como caras bonitas?
Esto no era más que otro ataque de rabia contra los operarios. ¿Por qué no quería comprender que los recursos eran limitados? ¿Por qué habían roto el último contador Geiger-Müller? El Dr. N les había explicado una y otra vez como funcionaba el detector de partículas, esto para hacerles entender que tal aparato tenía una delicada membrana de cristal de cuarzo. ¿Cómo diablos sabrán entonces cuando el nivel de radioactividad en la superficie sea tolerable?
Tomó el transporte hacia la unidad B-3. Quería café natural, los sustitutos artificiales de la cafeína no tenían el mismo sabor. “Bien, habrá que esperar hasta tostarlo y molerlo” pensó. En el fondo le agradaba la idea, era interesante realizar una actividad sin mayores riesgos. El futuro de la humanidad no dependía de tostar granos de café.
“Enviaré una rata, un ave, o uno de esos idiotas cada mes a la superficie, resuelto el problema, ya podremos medir de nuevo la radiación en la superficie.” El túnel era extenso, tuvo tiempo para pensar en las otras cinco Arcas.
La ONU tenía previsto construir nueve en total. Una en cada continente, una en cada polo y dos en la luna, pero finalmente construyeron cuatro. A lo mejor ellos tenían planeada la masacre con armas químicas y el invierno nuclear.
¿Habrán sobrevivido las otras? Esta en particular era una versión mejorada construida optimizando los planos con las que se habían construido las otras tres. ¿Por qué a nadie se le ocurrió conectar al menos por telégrafo las Arcas? ¿Habrán sobrevivido?
¿Y si la especie humana dependiera netamente de la gente a su cargo? Al menos la mitad del personal estaba calificado para crear una nueva humanidad. Tenían el código genético completo de la ciencia y tecnología en formato digital, desde la rueda y la escritura hasta la fusión nuclear que los tenía donde están ahora.
Bajó del transporte. “¿Y si los idiotas nos hacen volver a otra edad de piedra? ¿Serían capaces de borrar toda huella remanente de civilización?” No se preocuparía más por asuntos de largo plazo.
Caminó entre senderos de piedra hasta la plantación, sintiendo en su cara el fino rocío cerró los ojos y se abandonó al aroma del café.

Inmortales

Inmortales

No sé cuantos siglos he pasado aquí, sentado en esta banca forrada. El tiempo es algo que ya no tiene sentido, todo pasa y nada pasa. El clima es perfecto, cálido. Lejos de ser algo insoportable que obliga a sudar, lejos del frío que hela los huesos.
Avanzamos, a media velocidad, hay bastante tráfico, pero no hay trancón. En la calzada del medio pasan los autos particulares rápidamente. ¿Por qué van tan rápido, ¿por qué tienen tanta prisa?, creo que no saben que estamos condenados a vagar eternamente por las calles.
Aquí dentro no escucho más que el ruido del motor y dos personas conversando en la silla de atrás. Recuerdo haber alguna vez escuchado música, de un viejo radio, tal vez fue un sueño, tal vez en otro autobús. Una señora habla enérgicamente por su teléfono, cuando ya nos hayamos acostumbrado a escucharla colgara, entonces viajamos y viajamos, cuando se haya borrado su voz de nuestra memoria, incluso de la de ella misma, volverla a llamar. Ella no sabe que eso sucederla, no sabe que eso ha sucedido ya, no conoce este plan. Hemos de recorrer tantas calles como sea necesario para que ella olvide que ya ha llamado antes, es importante que también lo haya olvidado aquel que contesta su llamada.
Escucho también dos locos arañando un par de guitarras destartaladas. No saben que jamás lo lograrán. Están rotos sus instrumentos, son viejos, al parecer tienen cuerdas nuevas, que siempre se desafinan, el tanto aflojarlas y apretarlas va a reventarlas. Sacarán de su mochila otra cuerda nueva, quien sabe de donde en esa mochila infinita, no importa, todos, ellos mismos, habremos olvidado que ya algunas vez habían cambiado las cuerdas, viajando en este autobús.
Estoy sentado en una silla que da al corredor, en la mitad del bus. A mi izquierda está sentada leyendo una desconocida de cabello rojo, tiene un fulgor único, los tibios rayos del sol crean un aura mágica. Creo que en una vida anterior ella y yo nos conocimos. Quizá ya lo olvidamos, carajo, me es familiar, me provoca besarla, es tan hermosa, simplemente es agradable quedarme aquí sentado junto a ella. Seguro eventualmente ella guardará el libro en la maleta, bien sea por que se canse o por que lo acabe de leer. Siglos después el libro estará en mi mochila. Entonces yo empezaré la lectura. Será leído y releído. Entonces ella tendrá la misma curiosidad y querrá leer, callará como yo ahora, pensará lo mismo que yo y descubrirá la trama divina.
El sol está clavado en el cielo azul, una que otra pequeña nube se deja ver. A lo mejor alguna vez fue de noche. Una noche sempiterna, una noche afuera y nosotros aquí, en el mismo autobús.
Vamos por esta ciudad infinita, ahora tan verde, tan radiante. Cada instante recorremos calles que difieren infinitesimalmente de la anterior, una compleja sinfonía que se repite con ligeras variaciones de un compás a otro. Llegamos a un puente, el cruce de dos avenidas. ¿Rompe esto la simetría? No, esto no varía gran cosa, tomamos la nueva avenida, idéntica a la anterior, tan amplia, tan llena de verde con los árboles, con el mismo tráfico, idéntica excepto por la tabla que dice la ruta del bus, el conductor le ha dado la vuelta. ¿Qué decía antes? No me fijé, ya no importa, lo olvidaré.
Siendo razonables la ciudad no es infinita, pero si es lo suficientemente grande como para que un viajero olvide hacia donde va a mitad de camino.
Se detiene en un semáforo, alguien sube. ¡Wow!, un rostro nuevo que estudio hasta hartarme, es algo inútil por que lo olvidaré, pero me distrae de la monotonía. Pasa y se sienta atrás, fuera de mi campo óptico, resta ahora ver por la ventana. Quizá cuando yo subí alguien me escudriñó como yo lo he hecho, entonces tal imagen ya la ha sido desterrada de mi memoria, pero ¿subí?
No importa, estoy cómodo a pesar de estas sillas dura y poco económica, el aire es fresco y cálido esta mañana, miro el cielo azul y soy feliz, no me preocupa nada, quién fui, quien soy ni a donde voy. ¿Qué mas se le pide a la vida?
¿Estoy en el cielo? Siendo así estoy dispuesto a pasar la eternidad aquí…
Ella cierra el libro y lo guarda en la mochila.
—Llegamos.

20080720

Reunión

Despierta loco, ¿puedes ver algo?, tremendo golpe el que te haz dado en la cabeza. Recuerda lo que decía la abuela cuando te dabas en la testa, ``no dejen que el pequeño se duerma''- Dime hombre, ¿que ves?, ¿todo está tan oscuro?, ¿solamente ves puntitos de luz?, valla, ese porrazo te ha descompuesto, déjate de tonterías y ponte de pie, debes continuar con tu labor. ¿Todavía tienes la lata de pintura?.

El joven se sentó, llevó su mano hacia la coronilla, donde le dolía la cabeza, sintió como entre su cabello lleno de pasto y tierra se habían formado coágulos. Presionó con la yema de los dedos fuertemente, buscando en vano señales de una fractura de consideración. Miró su reloj, faltaba un cuarto para las cuatro de la mañana, aún faltaban dos mensajes por escribirse.

Casi te agarran los tiras, lastima, nadie grabó la épica persecución que finalizó con ese gran escape. Se tomó su tiempo para incorporarse, y mientras recuperaba el equilibrio su sentido
del oído retornaba, paulatinamente el volumen con el que escuchaba los sonidos del mundo volvían a los niveles normales. Lo primero que reconoció fue el cantar de un pájaro que esperaba el amanecer, luego los pasos de varios transeúntes fuera del parque, caminando sobre el concreto, y como acompañamiento perpetuo de fondo el tráfico vehicular de esta ciudad que nunca duerme. ¿Ya te ubicaste loco?, mira a tu izquierda, subiendo el barranco hay una baranda,
la de la avenida, ¿cómo pudiste olvidar que la avenida Germanía tiene en la acera occidental un parque? Justo te pasó acá en La Esmeralda donde el parque está unos tres metros abajo de la
avenida, ¿por qué carajos saltaste tanto?, debías agarrarte de la baranda y colgarte de ahí para que la caída fuera menor, menos mal no te has roto nada, a ver tío, saca la lista, ¿a donde vamos
ahora?. Sacó de su bolsillo un papel blanco, fotocopia tamaño carta de un viejo mapa del centro de la ciudad.

Habían doce puntos marcados en rojo que resaltaban sobre el blanco y negro de calles y cuadras. Formaban una figura simétrica, no eran los vértices de un poliedro perfecto, eran mas bien de dos hexágonos concéntricos de tamaños distintos, girados uno respecto al otro treinta grados. Cualquier mano distraída habría empezado instintivamente a unirlos con líneas, formando entre tantos triángulos equiláteros una estrella de seis puntas, en linea con
el norte geográfico.

¿No es cierto que estos cabrones la pensaron bien? ¿Cuantas estrellas perfectas puedes formar con los cruces de esta ciudad?, por qué no puedes hacer esto en otras capitales de este país, Y es
que nadie quiere ni puede ver las estrellas, ¡ni los de planeación distrital!. No hay peor ciego que aquel que no quiere ver. Dale, ponte el pasamontañas, mas tarde la nena revisará esa herida. Hey, si no dejas esos grafos hechos antes del amanecer, algunos no llegarán a la reunión. A propósito, ¿recuerdas donde y cuando es?, si se te ha olvidado tendrás que volver a la pared donde dejaste la última marca, por ahí deben haber algunos esperándote, no te rías, ¿recuerdas la cara que han puesto al ver su patrulla llena de matachos?, ojalá no se den cuenta que ese spray es el mismo aplicado en una decena de muros en la ciudad con el mensaje. ¿Te das cuenta de las posibles consecuencias de tus hechos?, comprometes esta milenaria misión.

Estaba tranquilo, sabía que estos idiotas no podrían rastrearlo, y si alguien era lo suficientemente listo y les seguía la pista, terminaría rindiéndose y siendo uno de ellos. Recogió la lata de aerosol y la guardó junto con el mapa en su mochila negra, negra como el resto de su ropa. Corrió un rato, el estar tirado en el parque lo había congelado. debía llegar a Germanía y Bolivar, pero antes visitaría el museo.

20080509

Otra versión de Judas

He llevado estos últimos años a cuestas dos muertes. Quizá ustedes, los pocos destinados a conocer el secreto me considerarán inocente. Los demás mortales, que sean felices, en su ignorancia.

Los ví juntos por última vez una noche, bien recuerdo que era la celebración de la fiesta de Pascua. Quizá ustedes habrán escuchado esa historia, del maestro revolucionario entregado ante la autoridad por uno de sus seguidores por una cierta cantidad de dinero. Venían uno como traidor y el otro como traicionado. Os digo que realmente interpretaban cuidadosamente cada uno su papel, engañando a la multitud armada con palos y espadas que los acompañaba, la multitud que diera posteriormente sin saberlo falso testimonio, regarían la historia que ustedes conocen, para poder confesar mis crímenes les contaré lo que sucedió.

Al recibirlos quería despedirme nuevamente, lloré amargamente para mis adentros , sin poder abrazarlos, decirles cuanto los amaba, tan orgulloso estaba de ellos por lo que iban a lograr. Lloré sin derramar una sola lágrima, la multitud no debía ver en mí titubeo. No echaría al suelo todo lo que habíamos construido durante tantos años, no por sentimentalismos. Sabíamos que lo que iba a suceder en las próximas horas daría sentido a las vidas de cientos de miles que aún no han nacido.

Según lo acordado hubo un juicio, al no encontrarle crimen alguno, ordené en público enviaran a Jesús ante el gobernador, pues no estaría bien que el sumo sacerdote ejecutara a un hombre libre de cargos. Fue llevado ante el representante de Roma en una audiencia pública para que el mismo pueblo judío se encargara de su muerte como ya habían hecho con otros falsos mesías. Por esa época de la Pascua el gobernador tenía por costumbre liberar uno que otro prisionero condenado a muerte, previendo esto, algunos sectarios se unieron a la muchedumbre que juzgaría al rey de los judíos. Él debía morir, no podía quedar absuelto, no podía ser otro intento de mesías fallido. Cuando el gobernador dejó al pueblo judío elegir quien sería liberado entre Jesús y un delincuente, la multitud no se había decidido, un fuerte murmullo se escuchaba, los del pueblo de Israel allí presentes tenían razones para liberar a los dos. ``Libera a Barrabás'' gritó Judas. ``Queremos a Barrabás'' gritaron otros sectarios repetidamente, luego, por inercia la muchedumbre pidió por Barrabás, al principio tímidamente, luego se convencieron estúpidamente y lo gritaron como si hubieran nacido solo para ese momento.

Toda la ciudad de Jerusalen volcó su furia sobre este hombre, quizá toda su rabia por sentirse olvidados de Dios se esfumaría cuando dejara de salir sangre del cuerpo sin vida de este salvador. Esperaban de algún modo que su muerte milagrosamente hiciera caer a Roma, para esto harán falta al menos, creo, dos siglos. Y lo hubieran matado, de no ser por unos pocos sectarios que caminaron junto a Jesús, ayudándole con discimulo a cargar esa pesada cruz, protegiéndolo de los golpes, sobre todo evitando que algún fanático judío lo asaltara y acuchillara, eso no podía suceder, él no podía morir allí a manos de un solo hombre, debía ser un asesinato colectivo.

Jesús logró consagrarse como mesías gracias al misticismo de aquellos que presenciaron la crucificción, y además a una increible casualidad. Ese día hubo un eclipse solar, cosa que sabíamos de antemano en la secta, los hermanos de Babilonia habían desarrollado la técnica para calcularlos hace siglos, pero nadie en Judea lo sabía, y no lo supieron nunca porque el clima, lo único que no podíamos controlar, estvo a nuestro favor, pues ese día estuvo completamente nublado. La tierra se hundió en las tinieblas en pleno día cuando Jesús con cada exhalación daba un paso mas hacia la muerte. ¿Qué otra cosa podrían pensar los allí presentes?, ¿como podrían negar que el cielo se oscureció cuando el hijo de Dios murió?. Tuvo suerte pensaran ustedes, pero cada acción que el realizó fué meticulosamente preparada, fruto del continuo ensayo y error de los maestros anteriores a mí, con sus mesías.

Quiero recordarles a ustedes el poder inmenso de la fe. Si un hombre realmente cree que puede realizar una labor increible, lo logrará. La fe mueve montañas, ¿no saben nada de las pirámides de Egipto?, son montañas movidas por la fe de los faraones, motivados a construirlas para tener un puente a la vida eterna. Les daré un ejemplo mas concreto, una persona en su lecho de muerte puede angustiarse y desesperarse por que no ha hecho nada con su vida, o puede tranquilamente despedirse de sus amigos y familiares, por su fé puede entregarse a la muerte con plena tranquilidad, por su fé pudo vivir una vida tranquila con sabiduría, por su fé trascenderá, aunque no haya un más allá.

Esta hermandad busca que el hombre viva una vida ascética, sin exigir que se entreguen por completo a una divinidad, queremos darle a cada mente humana la fe en sí mismo, y si no le basta, la fé en un dios, para que al menos uno entre mil pueda florecer y trascender, para que impulse su civilización. Creemos que algún día todo ser humano sabrá la verdad. Esta verdad es algo intuitivo, así es como ustedes encontraron sin buscar a la hermandad, así es como durante siglos esta se ha mantenido, como algo clandestino, con un número reducido de sectarios.

El mensaje de Dios, que los padres transmiten a sus hijos, ha sido
planeado para que la mayoría lo crea ciegamente, pero uno entre
miles sea capáz de captar el mensaje cifrado.

Quizá intentar llevar al hombre por el camino correcto engañándolo con una mentira está mal, ¿qué si esa mentira es Dios?, ¿Qué si esta mentira es Yahveh, Ra, Júpiter, Odín, Zeus, Quetzacoalt, Inti, Itzamna, Marduk?, ¿quien es el verdadero profeta Jeremías, Buda, Mahoma?, ¿a donde vamos a parar al final de nuestras vidas, al cielo, al infierno, quizá alcanzaremos el nirvana?

Algunos de los nombres de dios nunca los ha pronunciado alguien que no pertenezca a la secta, no es el momento que los conozcan.

Se preguntarán ustedes si los dioses de Roma y Egipto también son creaciones de la secta como Yahveh. Lo son. La secta nació en egipto, no se conoce la fecha exacta, pero su surgimiento está ligado íntimamente con la escritura, con increible capacidad de almacenar el conocimiento y poder transmitirlo por siempre. Ya se imaginarán ustedes el propósito inicial de esta hermandad, lograr que los campesinos fueran honrados, tuvieron éxito, si no, no estaríamos aquí hoy. En un principio resultó facil asignar un dios a cada fenómeno natural. Decidieron probar si era posible crear pueblos que creyeran en los dioses, así que una delegación viajó a Mesopotamia... El pasar de los siglos refinó el pensamiento de los sectarios, encontraron algunos problemas con el politeísmo y decidieron experimentar creando pueblos con un solo dios. Crearon un plan maestro, donde el primero de los eslabones es Abraham, y el último queridos hermanos es Jesús, y quien lo ha unido a esta cadena ha sido Judas. Pero el concepto mismo de divinidad se opone al avance de la civilización. Ántes que Israel fuera llevado al cautiverio, una misión partió de Egipto hacia el este, llevando una semilla que florecería con Siddhartha Gautama, algo mas cercano al camino hacia el cual la secta encamina al hombre. Conocerán ustedes bien esto cuando llegue el momento.

Recuerdo bien cuando este par de pequeños se escabulleron en el templo, gritando como locos ``Dios ha muerto!''. Parecía una pilatuna, tenían doce años de edad. Unos fieles los agarraron y los llevaron ante el Sumo Sacerdote, mi amigo y mentor, Agradecí a los fieles por atrapar a estos malcriados, luego les pidió se retiraran para hablar muy seriamente con los niños, pero me dijo que me quedara.

No había ni una traza de miedo en estos chiquillos, sabían perfectamente que estaban ante la máxima autoridad en asuntos religiosos para los judíos, sabían que lo que habían gritado era una profanación al templo, tenían una mirada desafiante.

-¿ustedes dos son familiares?

-no, nos conocimos en la entrada del templo, jugábamos con otros chicos mientras nuestros padres hacen sus sacrificios.

-¿Porqué gritais ``Dios ha muerto''?, ¿porqué en el templo? -preguntó mi maestro.

-Sabemos que Dios es un invento para mantenernos ocupados -dijo un pequeño

-si de veras existe, ¿porqué nos lo muestras? -completó el otro

-¿Como lo sabeis?

Se miraron entre sí, titubearon, era algo que no se habían preguntado, respondieron

-Simplemente lo sabemos, desde siempre

Mi maestro me miró, sonreimos. Habíamos encontrado a nuestro mesías, y a nuestro traidor.

El tiempo pasa tan rápido, para mi fue ayer cuando les enseñaba mi verdadera doctrina clandestinamente, fueron varios años. Recuerdo cuando les conté de los grandes planes para el hombre, como el Hijo del Hombre era en sentido figurado creacion del hombre, como la ley de Moises era obsoleta, como el pueblo se había corrompido, de la necesidad que el pueblo de Israel tenía por hacer el último gran sacrificio.

Después de retirar el cuerpo de Jesús del sepulcro, Judas vino una noche para despedirse, de nuevo, esta vez definitivamente. Sus ojos mostraban el cansancio de mil vidas, la llama que ví en ellos por primera vez en el templo hace veinte años se había desvanecido. Me dijo sonriendo ``Padre, el mesías murió ayer, pero mañana habrá resucitado'' y me abrazó. Era un triunfo amargo, lloramos la muerte de un hermano. Nos sentamos a tomar una copa de vino. Le pregunté si era necesario que el mismo en persona hubiese ido a retirar el cuerpo, me confesó que esto era una promesa, que él habría hecho lo mismo. Recordamos en un par de horas los años de instrucción en el templo, el día en que nuestros caminos se separaron, yo seguiría en el templo, uno de ellos se haría ladrón y el otro pastor. Su fé en la humanidad estaba pasando por un momento de crisis. ¿Era necesario que este buen hombre diera su vida por tantos desconocidos?. Hablamos otro rato, sonrió y se despidió, me dijo que abandonaría su puesto en la secta, de ahora en adelante sería simplemente un predicador anónimo de la palabra de ese gran amigo y hermano.

-``Ama a tu prójimo como a tí mismo'', bonita frase

Partió poco antes del amanecer, Hace ya diez años.


Estoy fatigado. Si quieren saber más de el pueden ir a Damasco a
preguntarle personalmente.

20080426

Cuento para Participar en la Convocatoria

Feliz Cumpleaños Hugo


13 de febrero de 2008

Hoy desperte con ganas de matar a alguien.

Ası simple, cegar una vida, como se apaga una vela con un suspiro.
Antes del amanecer abro los ojos, el techo sigue allí, testigo mudo del escándalo de la noche anterior, una absurda escena de celos secuela de los chismes y engaños de la amable vecina.

La cortina se mueve en un delicado vaivén, casi imperceptible, tan lento como mi respiración, tan serena. No sé cuanto ha pasado mientras inmóvil me preparo para levantarme. Estiro brazos y piernas, los tendones y los músculos se preparan para otra larga jornada de trabajo, me siento en el borde del sofá, miro detenidamente al suelo antes de posar en el mis pues descalzos. Sin encontrar pequeños destellos en el baldosín, mi búsqueda de vidrio y trozos de cerámica es infructuosa. Anoche la maceta voló por sobre la sala, atravesó la ventana y encontró el reposo quebrándose afuera, junto con la mayoría de las esquirlas.

Que curioso, la amable vecina esta vez no escuchó ni vio nada.

Bajo el agua caliente pienso una y otra vez en estos años que he compartido junto a Claudia, poco mas de seis desde que nos conocimos en la oficina. Ella acababa de celebrar su cumpleaños número dieciocho, y de paso su primer empleo, a cargo de la fotocopiadora. Chica rebelde, escapando de casa alquiló un cuarto para e\-lla sola
en el centro, y se pudo mantener con los ahorros de los domingos que le daban sus padres cuando estaba en el colegio. Buscó empleo en diversos lugares, pero solamente en la oficina la contrataron pese a no ser bachiller, de todos modos ya era mayor de edad.

Desde el primer día nuestras miradas se cruzaron, los ojos gritaron "hey!, me atraes" incansablemente. Sin haber modo alguno de evitarlo, las cosas se fueron dando entre nosotros de una manera tan natural como oculta a la luz del público, pues estaban prohibidas las relaciones sentimentales entre empleados. Dos meses mas tarde e\-lla se mudó a mi casa, que aún no era mía, pertenecía legalmente al banco con el que había sacado un préstamos a quince años para pagarla. Tres meses después inesperadamente e\-lla quedó embarazada, esperando a Hugo. Los mareos, antojos, intensos dolores de cabeza, de piernas y de la cintura acrecentaron los rumores entre corredores. Un lunes por la mañana el jefe nos llamó por separado a su oficina. Dijo que se rumoreaba que Claudia y yo vivíamos juntos, y además que e\-lla estaba embarazada, pero el presumía nuestra inocencia hasta demostrar lo contrario cerrando sus oídos ante tantos chismes. Nos preguntó si todo esto era cierto, y respondimos negativamente a toda acusación como si la noche anterior hubiésemos planeado una coartada. Esa misma noche e\-lla volvió a vivir en ese cuarto en el centro. Pensamos que el amor lo lograría todo. Tres semanas después so pretexto "Programa de Prevención y Manejo de la Diabetes ,Hipoglicemia y Trastornos Alimenticios" nos tomaron muestras de sangre a todos los empleados.

Vencidos fuimos a la gerencia, sabiendo la muestra de sangre de Claudia iría a un examen de maternidad. Decidimos hablad con el jefe. El nos contó que efectivamente, todo el cuento de la hipoglucemia era una treta para desarrollar la prueba de embarazo para comprobar de una vez por todas lo que decían entre pasillos.
\textit{``a fin de cuentas, quien nada debe nada teme''}, nos recordó que el reglamento, y el castigo que traía nuestra el despido de los dos. El en en su buena fe, habiendo evaluado nuestras opciones, buscando como satisfacer la ley encontró que la renuncia de uno de los dos bastaría para salvarnos de todo el embrollo que
traería el que destapara esto. evitando que la muestra de sangre fuera al laboratorio. Si tomábamos esta oferta los dos saldríamos con la hoja de vida sin tacha. A\-cce\-di\-mos, y dado mi cargo y trayectoria en la empresa, e\-lla fue quien renunció.

Nadie habló de la posibilidad del aborto.

Nos casamos, y poco tiempo después nació Hugo, y Claudia se dedicó a su crianza, mientras yo trabajaba. Compramos un auto nuevo endeudándonos aún mas en el banco, un hermoso Toyota.


La situación de nuestro hogar era próspera, Había paz y amor. Renuncié en la empresa para emprender mi carrera como independiente,y vaya que fue una buena época para los contadores. Cuando Hugo cumplió dos años compramos una finca mas o menos cerca de la ciudad, a tan solo tres horas en auto, nuestro bonito auto. En un arrebato sembramos papa, buena cosecha, compramos luego una docena de reses. Teníamos planeado comprar parte de un terreno aledaño, habíamos acumulado el capital necesario cuando el país fue sacudido por la crisis económica.

Las diversas empresas que contrataban mis servicios quebraron y cerraron, otras simplemente ya no tenían como pagarme. Una serie de heladas devastaron cosecha tras cosecha. Nos vimos obligados a vender de vez en cuando un par de vacas para sanear las deudas que seguíamos adquiriendo con nuestro peculiar modo de vida consumista. ¿como mas podíamos costear cuatro tarjetas de crédito?. Para colmo de males nos extorsionaron, informamos a la fiscalía pero estos fueron incapaces de hacer algo, intentaron tranquilizarnos diciéndoos que todo esto era a leguas obra de principiantes.

Una noche después de cenar en un conocido restaurante en el centro de la ciudad regresamos a casa, encontramos en la cama de Hugo una carta, una amenaza de secuestro que parecía mas bien un balance de
nuestros movimientos bancarios del último año, junto un listado con nuestras propiedades avaluadas. Vendimos la finca y con eso pagamos la última extorsión. Nuestros bolsillos quedaron vacíos. Entonces por primera vez experimentamos hambre en casa, durante un maldito mes. Fue ese el cumpleaños mas triste de Hugo, sin un regalo.

Mi orgullo fue vencido por el hambre, entonces pedí de nuevo empleo en la oficina. E\-llos también habían sido afectados por la crisis monetaria, aún así me contrataron por la mitad del sueldo que tenía antes. Sin titubear acepté. Volví a trabajar con e\-llos, y en mis ratos libres enviaba hojas de vida a diestra y siniestra.


Mi sueldo no alcanzaba para pagar los dos préstamos en el banco, (aún no me explico por qué carajos no acabamos de pagarlos cuando aún teníamos la finca), en el colegio dejaron de recibir a Hugo por no pagar la pensión, y seguía en nosotros ese frenesí comprador consumista.

La estabilidad del matrimonio escapó por la ventana a gotas, todo por líos económicos. Llegar a casa se había convertido en una lid perpetua con Claudia, y el jefe no cedió ni una de las siete veces que le pedí un aumento. La última vez me dijo ``si sigue insistiendo lo despido''. Dos semanas me llamó a la oficina. y con pocas palabras me dio la buena noticia, el gerente general le había autorizado mi aumento. Mágicamente la paz retornó a la casa.

Cierro la llave, salgo de la ducha y aún con el agua goteando paso mi mano por el espejo quitando el vapor condensado para revelar ante mí lentamente un hombre cansado, ya con algunas canas. Pienso ``todo lo que dice la vecina es mentira''.

Una vez fuera del baño voy a la alcoba principal buscando mi ropa, mientras escucho el ruido de los trastos metálicos en la cocina, sé que es Claudia resignada preparando mi desayuno. Tomo del armario mi sastre francés, el que compré la semana pasada, mi camisa mas costosa y mi corbata mas fina. Hoy es un día muy importante. Los platos suenan al posarse sobre la mesa del comedor, con rabia me veo elegantemente vestido en el espejo del tocador.

Me siento en la mesa, cuchillo y tenedor en mano ahora atacando los huevos fritos para mezclar la clara con la yema, que está al dente, ni blanda ni dura, como solamente e\-lla los sabe preparar. Llega a la mesa con la cesta del pan y la coloca de tal modo que me muestra el hematoma que tiene en su antebrazo, donde impactó la matera para ser desviada hacia la ventana. Me confunde la expresión que tiene su cara, no sé si indica que perdió el respeto que tenía hacia mí, mostrando a la vez un terror infinito, como si le sirviese el desayuno a un ogro y no a su marido. Pero vislumbro una ligera señal de humildad, con algo de arrepentimiento. ¿siente culpabilidad?,¿aún
me querrá?.

Camina hacia la cocina, y mientras lo hace mueve seductoramente su cadera, bajo esa ceñida pijama está su hermosa figura, es una mujer joven, con menos de veinticinco años, sé que su vientre no tiene el menor rastro de un embarazo, sus senos son tan firmes como antes que naciera Hugo, quizá ahora con el cabello largo se ve mejor. En sus ojos se ve la llama, e\-lla tiene mucho por vivir, muchas cosas por hacer, pobre e\-lla, atada a Hugo y a mí.

Acabo de comer, levanto los platos y cuando los llevo a la cocina recuerdo que nunca, nunca cruzó por mi cabeza el mas mínimo pensamiento de infidelidad, no desde que la conocí. Mis compañeros de trabajo me decían que debía aprovechar a las empleadas domésticas, y confieso, en mas de una oportunidad ellas insinuaron... malditas, pero no me tentaron, siempre en mi corazón estaba presente Claudia.

¡Maldita sea!, ¿cómo e\-lla fue capaz de tirar con otro siendo mi compañera en sagrado matrimonio?, ahí está e\-lla, en la cocina, e\-lla que yo sé que no es pura, que ya no es mía, traidora, hipócrita descarada negándolo todo todavía.

Entonces cuento hasta tres, y no tomo el viejo mazo para hacer pan de la abuela, para golpear a Claudia en la cabeza repetidamente hasta dejarla inconsciente llenando de tibio fluido viscoso rojo oscuro muerte el blanco baldosín, y no la sigo golpeando hasta el cansancio matándola, y no la escondo en el refrigerador. Con tanto alboroto Hugo seguramente se habría despertado, o a lo mejor no, pero de todos modos hubiera sido una buena medida preventiva, y tal vez piadosa, asfixiarlo en su cama con una almohada antes de despertarlo. lástima que en el botiquín de primeros auxilios no hay cápsulas de cianuro.

Me despido de Claudia, sin obtener respuesta. Mañana, carro, autopista, trancón, fantasía de pitos de todas las marcas y todos los modelos en si bemol, choque leve con el auto de adelante, pelea infantil de groserías por un daño menor, finalmente una hora después llego al trabajo.

Y no espero pacientemente en mi deprimente cubículo de tres metros cuadrados que el jefe salga de su oficina y le diga con risitas ridículas a la secretaria que vuelve después del almuerzo.

Y no salgo detrás de él procurando que no me vea, hasta el parqueadero, él saliendo en su lujoso sedan y yo en mi porquería que aún no he acabado de pagar, ¿cómo lo lograría comprar algo mejor con este miserable salario?. No manejo teniendo en mente solamente el llegar a casa antes que él, así que me evito arrollar uno o dos peatones en el camino, pues es mas rápido correr a 70 km/h por las zonas residenciales que a 20 km/h en la autopista-trancón. dejo el carro dos calles atrás y me escabullo a casa por la puerta de atrás, cerrándola pero dejando cuidadosamente entreabierta la ventana contigua, y en el pasador una prenda de ropa interior de Claudia.

Me asalta todavía una duda, creo que Claudia hizo esto realmente por amor, ¿amor?, ¿esto es el amor?, ¿no era entregarse en cuerpo y alma única y exclusivamente a una y solo una persona para siempre?. Se lo merecía, amor solamente al dinero, eso era lo que e\-lla quería de mi.

Él entró por la ventana, tomó las bragas allí colgadas, su mirada se centró en ese trozo de tela que se acercaba lentamente hacia su nariz, con fuerza lo aplastó contra su bigote, y aspirando profundamente se regocijó con el aroma de Claudia. Cerró la ventana y melosamente empezó a llamarla... recuerdo muy bien lo que decía: \textit{``Claudita, tu maridito está trabajando, donde estás terroncito de azúcar?''}, mientras tanto caminaba hacia la alcoba principal y subiendo el tono de voz dijo \textit{vamos perra, no te escondas de mí}, olvidando completamente su cautela. No se percató que yo lo venía siguiendo como su sombra desde la cocina, quizá
alcanzó a escuchar el zumbido del mazo cortando el aire par a descargarse sobre su cráneo...

No debí pegarle como a Claudia...

Cuando me apresaron lo primero que pensé, fue que si no hubiese atrope\-llado a ese par de transeúntes despistados la policía no habría ido esa misma tarde a buscarme a casa, dándome así un par de días para limpiar completamente la escena, pero aún tendría el problema de los cadáveres. Quizá cortarlos de tal modo que pudiera acomodar a los tres en el refrigerador, y enviarlo por barco a un país del áfrica, o simplemente comerlos, que se yo.

Meses después pasó por mi cabeza la idea del aborto, si Claudia lo hubiera hecho, los momentos de crisis hubieran sido mas llevaderos, o quizá nos hubiésemos separado hace ya tanto tiempo, ella seguiría viva.

Cada mañana, al abrir los ojos y ver todo a mi alrededor aún empapado de oscuridad silenciosa, tengo el tiempo suficiente, sin levantarme, para reconstruir hasta el más mínimo detalle de todos y cada uno de los días que vivimos juntos. Si no la hubiera asesinado, la hubiera perdonado, ahora sé cuanta falta me hace, en el peor de
los casos nos hubiéramos divorciado, tengo la culpa de todo lo pasado, pues ya siendo maduro me dejé atrapar por un joven corazón indeciso... Cargo una cruz, e\-lla en su desespero por la condición económica de nuestro hogar vendió su cuerpo a cambio de un aumento de mi paga, e\-lla con su espíritu total y desinteresadamente entregado a nosotros, para e\-lla primero nuestro bienestar.

Y Hugo, hoy cumpliría dieciocho años...

Hoy te hubiera regalado las llaves del carro Hugo.

Filipo Rviz y el Taller del Cuento Ciudad de Bogotá 2008

Sobre esta página

Filipo Rviz / Felipe Gómez abre este espacio en abril de 2008 cuando hizo parte del Taller de Cuento Ciudad de Bogotá 2008.
Dirigido por Carlos Castillo Quntero
http://www.tcuentobogota.blogspot.com

Desde entonces esta Bolsa de Ideas reune los relatos preliminares.


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