20100626

Queremos Paz



Santiago despierta las once y cuarenta. Esta vez no acabó con el semestre, ni este acabó con él. Se ha declarado un empate técnico, ni el uno pasó en limpio con buen promedio, ni el otro pudo matarlo con el stress.

Primero abre los oidos, deja que lentamente las vibraciones del aire sean procesadas por su cerebro aún hinchado, el mundo va cobrando su volúmen habitual. Luego abre los ojos, no hay molestia, poner el cubrelecho en la ventana aisla bien el ruido y la luz.

El decidirse a ponerse de pie le tomó un buen rato, se rasca las bolas, se estira y se pone una pantaloneta. No tiene ganas de ser visto completamente desnudo hoy. Abre la puerta de su cuarto para ser enceguecido con todo el brillo del día colándose por las ventanas en el apartamento. Orina con ganas, calcula que ha dormido unas trece horas, "con razón la meada es tan amarilla" piensa y se rie. Abre un poco los ojos para cersiorarse que no está meando fuera del tiesto. Se mira en el espejo apenas puede encontrarse entre las ojeras infinitas.

Revisa el cuarto de sus padres. "No hay nadie en la casa, hoy no es domingo."
Se asoma al balcón. Hay unos pelaos jugando fútbol en el parque, piensa que él debería hacer un poco de ejercicio, no le vendría mal. Quizá en estas vacaciones volverá a trotar a las cinco de la mañana. Enciende el computador, mientras carga el sistema opeativo va a la cocina, alista una caserola, la olleta, la tabla y el cuchillo. Vuelve al computador, lo conecta al equipo y pone el primer álbum de Caifanes.

Un pocillo de leche y otro de agua por una pastilla de chocolate. "Mátenme por que me muero" arremetiendo contra la cebolla larga, bien picada y al aceite caliente. Lava el tomate, meticulosamente lo corta en cuadritos de cinco por cinco milímetros, no le gusta encontrarse trozos de cáscara en el plato, espera que la cebolla haya dorado para agregarlo. Solo piensa en obtener ese sabor de huevos pericos de la cafetería de la esquina, ese que nunca ha encontrado en ningúna casa, ese que probó hace más de quince años y se ha quedado clavado en su memoria sensorial. Un poco de sal para el guiso. Y no en todas las cafeterías se encuentra este sabor. No por lo menos en las de hoteles de cinco, cuatro y hasta tres estrellas. No es un sabor que esté restringido a los dosmil seiscientos metros de altura de la sabana cundiboyascense, ese sabor característico se encuentra aparentemente por toda la geografía colombiana.

"Estoy tan enamorado de la negra Tomasa..." Lo raya la canción, no quiere  pensar en las increíblemente idiotas cuestiones del corazón. Recuerda que esa canción es vieja, que la oía en el colegio, que tiene un buen solo de saxo, vistos de jazz entre ese ritmo de cumbia y luego la guitarra, así que no le para bolas y se concentra de nuevo en su sabor perfecto. El tomate ha liberado ya su jugo, el guiso está en su punto. Un par de huevos grandes en la nevera untados de caca serán los privilegiados. "Deben ser de gallina campesina" se dice mientras los lava, los quiebra y vierte en un plato hondo, vienen premiados con doble yema los dos. El hogao se está secando, va a quemarse. Justo antes es el punto.

Santiago ha trabajado en esta receta desde la primera vez que pudo usar la estufa. Grasa, cebolla, tomate, sal y huevos. Los mismos ingredietnes de siempre. Quince años buscando el perfeccionamiento del procedimiento, y crée que aún no lo ha logrado. A veces se desanimaba cuando obtenía huevos pericos caseros. Pensaba que algo debían tener esas cacerolas de las cafeterías, tal vez guardan el sabor secreto por preparar docenas de veces al día la misma receta. El logro más significativo lo obtuvo hace ocho años, cuando no tenía aceite y usó mantequilla.

Desde entonces ha practicado variaciones sin rigurosidad científica. Ha puesto los huevos con el hogao al tiempo, les ha puesto leche, algo de pimienta, batir los huevos antes de echarlos al fuego, añadirlos sin batir y esperar un buen rato hasta que cuaje la clara, incuso añadir la sal al momento de servirlos. Con las variaciones se acercaba más y más, y luego de repente un grave retroceso. El proceso se estaba complicando innecesariamente, sabía que la hipótesis más simple era la más viable. ¿Cómo era posible que conocieran una receta tan compleja como codiciada en por lo menos diez cafeterías en 200 km a la redonda de Rodriguez?

Entonces encontró el punto de cocción del hogao. Reprodujo el sabor de los huevos de cafetería, y lo mejor es que conocía el paso a paso y podía repetirlo cuando se le viniera en gana. A la mañana siguiente fue a la cafetería, pidió sus famosos huevos pericos, y se encontró con una enorme desilución al sentir exactamente el mismo auténtico sabor inalcanzable.

El guiso hecho con aceite de oliva tiene un olor sutilmente distinto. Le agrega una cucharadita de mantequilla y lo revuelve, apenas esta se ha derretido por completo vierte los huevos intactos, busca la sal en el estante, le pone menos de media cucharada de palo, vuelve la sal a su lugar y la clara ha empezado a coagular. Busca un tenedor y bate la mezcla. La leche con agua ha hervido, agrega la pastilla de chocolate y bate con avidez. Baja la llama de los huevos, sigue batiendo el chocolate. De vez en cuando arranca con el tenedor un trocito de huevo cocinado untado del mismo aún blando. Ese sabor le encanta.

Es como las historias de la búsqueda del tesoro, que a la larga es un cofre vacío, o una tontería por el estilo. En tales fábulas el verdadero tesoro es la aventura que se tuvo hasta encontrar el cofre, es el crecicmiento personal de los protagonistas, cómo se hacen más fuertes y logran vencer sus miedos.
"Logré el sabor perfecto, ¿y ahora qué?" es lo que día a día le pasa a Santiago en todos y cada uno de los aspectos de su vida, entonces echa las cosas a perder, manda todo a la mierda para empezar de ceros y volver a buscar el sabor perfecto.

Sirve el chocolate con bastante espuma, los huevos pericos en la cacerola y pan francés fresco comprado quizá por su padre al desayuno. Suena el celular.

- ¡Quiubo mijo! Vea que tenemos unas nenitas con ganas de farrear. ¿Va a venir al pueblo o qué?.
Santiago sonrio y contestó:
- Me baño y salgo para allá con la carpa.

20100622

Arrebatos

Ya sabe compadrito que debe dejar de ser tan impulsivo. Ya ha metido la pata muchas veces por esa maricada, y no aprende, ¿qué quiere? ¿terminar matándose para entender las cosas? A ver si hoy se ganas un resfriado, mírese, empapado de pies a cabeza, todo por llevarme la contraria antes de salir de casa.

Que saque la sombrilla, no por que no va a llover, vea parce que el cielo está gris desde la mañana, que no huevón, eso con la chaqueta impermeable basta, póngase al menos unas botas de cuero, al menos así no se mojará los pies. ¿para qué? con los tenis de lona basta y sobra. Sabes loco, ya pareces una abuela con tanta recomendación, maricada del tipo "te lo dije" y demás, ya estoy en la calle, fresco.

Vea que por toda la mañana llovió y no va a parar de llover. Si, es una chimba ver la ciudad así, un domingo lluvioso de elecciones y partido del mundial, no hay nadie en las calles, de repente la tierra se traga ocho millones de habitantes. El cielo es una sola nube gris que absorbe los cerros orientales, se desmorona en gotas ligeras y constantes. Increíble que con esa llovizna tan cula estén a punto de desbordarse los caños, hay que tener en cuenta que no ha parado de llover desde la madrugada. Bendita lluvia espantabobos.

Bueno parce, no entiendo por qué no cambia ese lugar de votación, queda en la mierda. Lo escogí por que queda cerca a la casa de los abuelos. Los abuelos se marcharon hace años, sabe que, coja un puto bus. Hoy quiero caminar. Haga lo que se le venga en gana. OK. Llegamos a la mesa, anula su voto haciendole bigote a los canditados, pinta cerdos a diestra y siniestra como un pelao del kinder, sonrie y reclama el certificado electoral para sacar el pasaporte con descuento y largarse en cuanto pueda de este país que se va a la mierda, ¿ya está contento compadrito? Aún no, quiero caminar. Vamos a ver el nuevo centro comercial, queda a veinte calles, subimos hasta la avenida Norte-Quito-Sur, caminamos por ella hacia villamayor, cuando vamos llegando le da por acordarse al señorito que conoce a alguien que trabajó allí, ¡que chimba!. Parce: media vuelta y vas a recorrer la ciudad entera, voy a saludar a la arquitecta, ¿ves ahora la importancia de los tenis de lona? ¿Qué le quiere ver de bueno a estar con los pies empapados? Los tenis son más prácticos para caminar que las botas, ya estaría mamado de tanta caminadera. Pues bueno, al menos las medias tienen buen caucho y no se dejan comer por los zapatos.


Lleva una hora caminando y hasta ahora pasa la Jimenez. Voy bien de tiempo. ¡Esa arquitecta vive en la mierda! Llegaré cuando todavía haya luz. Camina a cuatro kilómetros por hora, esa vaina está a más de diez y son las cinco de la tarde, ¿piensas irse corriendo todo el trayecto? Hoy no quiero correr, solo caminar, creo que caminaré hasta que anochezca y luego tomaré un bus ¿que te parece loco?. Pendejo, son las cinco y media, al menos deberías llamarla, puede que ella no esté en casa. ¿Quién no va a estar en casa hoy domingo lluvioso de partido mundialista? Ustéd por ejemplo. No me jodas la vida, huy parce, pilo. Ya le entró el delirium tremens. No estoy loco, mira esa coscorria que viene detrás mío, tiene una pinta de caco. Todo bien parce, relájese. ¡Marica, me va a robar! Deje de ser tan pendejo, no tiene nada en los bolsillos, vea, cruce la avenida, si esa ñanga cruza también puede chillar todo lo que quiera. Ah puta vida, ¿por qué la ciudad está tan sola? No venga con esas tonterías parcero que hace ratico le encantaba eso. Si hubiera traído la sombrílla tendría un buen elemento contundente. Esas vainas son desechables, fijo la agarra del mango para cascarle al man y se la tira, vea compadrito, el perro siguió derecho, oe ¿hasta cuando va a seguir caminando parce? Hasta que llegue a la casa de ella.

Ahora no podrá negar que tengo razón, apuesto parcerito que tiene los dedos de los pies morados. Solo estábn un poco frios. No me meta los dedos a la boca, no me va a decir que cada paso que da es como caminar en una cama de agujas. Bueno, si, tengo los pies engarrotados. Pues aplíquese la técnica de supervivencia urbana número 37: "Dado que las medias pueden triplicar su peso al absorber agua antes de saturarse, buena parte del calor corporal se pierde intentando evaporarla. Los tenis, por el contrario, a pesar de ser del mismo material, el espacio entre las fibras del tejido es reducido, se saturan rápidamente al mojarse..." se secarán más rápido y perderas menos calor. ¿Y dónde me las quito? ¿acá en la calle? ¿Dónde más maricón? Hey calma. Sumercé hace en ocasiones unas preguntas tan estúpidas que provoca fracturarle el cráneo entre una llanta de tractomula y el pavimento. ¡Huy que gonorrea! que pecueca tan picha ola. Ya se ganó hongos en los pies. Huy parce, vea, me quedaron oliendo las manos, hay que quemar estas medias, quedaron endemoniadas. Guárdelas loco, nunca se sabe, vea, ya oscureció, devuélvase a la casa. ¡Perate 'ome! ya voy a llegar. Me encanta el olor de la sangre en las noches de lluvia. Vamos llegando al Polo.

Ahí tiene loco, no va a estar en casa. Calmate mano, voy a timbrar. Oh que bien, le saluda la tía y dice que el resto de la familia se fue a pasar las vacaciones en Holanda, ¿desea sumercé dejar algún mensaje? Mierda. Parce, arranque para su casa, ya está tarde y no hay nada que hacer, ¿a quién más conoce en esta ciudad? Pues de conocer, conozco mucha gente. ¿Dígame con quién realmente le gustaría hablar en lo que queda de noche? no se quede callado con cara de perro, los amigos se cuentan con una mano y sobran dedos. Siempre tan aguafiestas. Admítalo loco, se ganó la solitaria a pulso, excepto tal vez quizá por la arquitecta, yo no sé como esa vieja se lo aguanta. Me voy a pie. ¡Excelente idea! vámonos por la NQS hasta las Américas, llegaremos a casa en tres horas si es que no nos violan.

Tengo hambre. ¿Qué esperaba parce? no ha comido nada desde el desayuno a medio día, y supuestamente estaría en casa para el almuerzo. ¡Ah! que raye, todo está cerrado. Súbase a un bus de una buena vez, los jugos gástricos empezarán a carcomerle los pulmones si no traga algo pronto. Quiero caminar otro rato, ya vamos a mitad de camino. Hey loco, ha de estar más helado que culo de muerto.

Ahora entra a la casa, con sigilo. Voy a saludar a mi madre, pero se echó su foco. Va a la cocina, encuentra cachama guisada, arvejas y habichuelas pasadas por agua. Pongo a calentar a fuego lento, mientras tanto voy al computador a ver si ya descargó la película. Revisa el correo, no hay nada nuevo, así que abre la mensagería instantánea. ¿Qué pasó con la polla mundialista ome? Huy parce, goleada de Portugal, excelente. Que te parece loco, eso nos cambia el goleador. Kaká no está haciendo ni un culo. Ah!, lástima que ya no se puede cambiar.

Ya huele a pescado, sírvase sumercé y traiga rápido. No creo poder comerme todo el pescado, esta mierda es muy grande, será solo la mitad. Hey, busque en google a ver en cuantos links aparece. Nos vá como bien en el blog. A ver comómo nos va en el CareLibro, vea, vea, se conectó el parcero de Cali, échele un saludito. ¡Marica! se cayó un arroz en el teclado, entre la e y la r. Quieto parcero no digite o sino esa mierda se hunde y toca destapar el teclado. Ya lo volteo, pere, nada que sale. Oprima la r, o la e, pero no las dos al tiempo. Salió uno, ¿estás seguro que era un solo grano? N.P.I. loco, revíse. Hay otro, salieron pegados del tenedor, pere, ya, el teclado está limpio. No se vaya a comer eso, tiene huevo, en el teclado se acumulan pelos y piel descascarada, mínimo tiene ácaros. Proteína animal, ¡yumi! Usted me da asco.

Y ahora empieza a hacer ruidos guturales, ¿se va a vomitar el nené? no me diga que se mandó una espina. ¿Qué cóme que adivina? Intente toser parce, a ver si se sale esa vaina, eso, si quiere repita. Nada, esa espina como que se clavó. Creo que debería avisarle a alguien, en caso que no pueda sacarse esa vaina álguien debería acompañarlo a un hospital. Fresco, no creo que esto sea tan grave, mis papás ya están durmiendo, me da pedo ir a despertarlos. ¿No había papa o yuca en la cocina? La única harina era el arroz. Este man se está muriendo y solo piensa en las calorias que hoy comió. No me crea tan imbécil, en esta casa cuidan bastante la dieta, una sola harina por día. Entonces trate de toser pasito que los va a despertar, ¿dónde tiene la espina? Creo que la alcanzaría a tocar con los dedos. A ver, métase la mano a la boca, no regurgite, fijo se está pellizcando la campanilla, valla al baño y escupa. Espere le aviso al huevón de Cali que me voy a sacar la espina, que si no vuelvo en diez minutos puede llamar una ambulancia. Quien lo entiende, ¿no sería más práctico avisarle a su madre? Si pero ya está dormida. No haga tanto ruido, métase al baño. Esa mierda me está jodiendo, vea, ya escupo sangre. Trate de agarrarla entre el índice y el corazón. Como si fuera tan fácil, esos dedos no son opuestos. Intente entonces meter el dedo gordo y el índice hasta su garganta, atembao. Creo que la toqué. Tosa e intente de nuevo, ya está salpicando todo el lavamanos. No parce, no puedo agarrarla con los dedos, está muy adentro, ya está enterrada y está todo muy baboso, como si la envolvieran flemas. ¿Tiene unas pinzas largas? Tengo unas pinzas viejas del curso de electrónica, están en mi cuarto, con los cables, las resistencias, los integrados, los leds, ahí al lado del multímetro. Huy pero están como oxidadas, imagínese engangrenarse la garganta. Eso no me pasa nada, venga. Míre al espejo que no puedo ver, abra mas la boca, nada, escupa de nuevo. No chino, lo que hice fue pellizcarme las cuerdas vocales, las pinzas la agarrarían pero no me caben en la boca. ¿Tiene un cuchillo? El cuchillo carnicero que odia mamá, la vez pasada lo afílé y casi se baja un dedo. Bueno marica, le tocó cortarse los cachetes y meterse esa pinza. Funcionaría, pero me quedaría un rajón ni el hp, sonrisa de oreja a oreja. ¿Sabe exactamente dónde está la espina? Cerca a la manzana de Adán, ¿qué propone? Una pequeña incisión en la tráquea. ¿Arriba o abajo de la epiglotis? ¿Qué es esa mierda? busquémos en interné cómo se hace una traqueotomía. No parce, no hay tiempo. Aliste algodón e isodine, con esparadrapo taparemos esa vaina cuando acabe.

Hágale de una por la parte de arriba de la espina. Tiene que hacerle con más fuerza mano que no está cortando profundo, hágale con ganas. Eso, ¿vé que si se podía? Dele que sumercé es el que sabe dónde está la espina. Meta las pinzas y procure no pellizcarse mucho. Dele, no se preocupe que no está chorreando tanto, igual ahorita limpia con el trapero. Sáquela con cuidado, no querrá clavársela de nuevo, agárrela fuerte, eso, ¡qué gonorrea espina tan grande! ¿Ve que no era tan jodido? Debe ser más fácil que sacarse una muela. Si quiere ahora puede echar el madrazo, pero échelo con ganas. No se preocupe por el reguero, la sangre cae facil de la ropa si está fresquita, y es más fácil aún con agua caliente. ¿No le agrada ese olor en las noches de lluvia?

20100621

Muerte o Ausecia

A Don Benjamín lo atropelló una tractomula el sábado por la mañana, salía del turno de la noche como vigilante en el conjunto donde vivo. Dejó una viuda, seis hijos y otros tantos nietos.

Hace años la tía (abuela) Lola murió de cancer en el estómago según los médicos, yo sé que fue por pena moral tras la muerte de su hijo por un absurdo accidente de tránsito del que salió caminando, pero se lo llevó cuando estaba en el hospital.

El Tío (abuelo) Antonio luchó contra un cáncer de estómago dos años. No pudo más, murió después del año nuevo del veinte diez. Era apénas unos años mayor que mi mamá, eso la afectó muchísimo.

Estas muertes me llegan de uno u otro modo, pero no eran seres tan allegados como para aflijirme profundamente por su deceso. ¿Entonces qué es la muerte para mí? Es como si Don benjamín hubiese renunciado, o hubiese sido trasladado a otro barrio, la muerte es como si nunca hubiera vuelto a Tenjo a visitar a la tía (y de hecho no he vuelto). Es como si el tío Antonio se hubiera ido a Estados Unidos a trabajar con el tío Misael. La muerte se reduce a un profundo desconociemiento de la conciencia del obciso, aunque bien se tiene en cuenta su paradero (osarios, urnas y demás).

Caso completamente distinto el de Julieth, una chica de 19 años, con una vida bien complicada per se. En las buenas y en las malas la acompañaba su hermana menor. Nunca la conocí más que por fotos, pero sé que era feliz. De repente esta chavala se muere. (Infarto, muerte súbita, no me atrevo a preguntarle a Julieth)

Ahora estimados lectores les demostraré en lo personal lo más cercano a tan macabra experiencia. Supongan que la mujer que aman se va. Simplemente se va. Os dejo a vuestro criterio el tipo de despedida. Supongan que no pueden contactarla por más detective privado que le metan a la cosa, pues ella se ha mudado, cambió su número telefónico y cerró su e-mail. A lo mejor cruzó el océano y empezó una nueva vida en una isla solitaria con bellos acantilados en Italia. Supongan que queda de ella tan solo un vacío silencioso en su lugar.

Supongan que ella no es el centro del universo, pero bien es una parte escencial en vuestra vida, se ha convertido en algo tácito, inherente, y sin embargo podía irse en cualquiér momento. Supongan que en dicha situación deben mantenerse en sus cabales, pues la vida sigue. Ahora pasan los meses silenciosos, ya se ha perdido la cuenta de los días de la última vez que hablaron. Los recuerdos pueden ser decantados, se extrae el zumo, lo valioso de la interacción persona-persona con el ser perdido. Eventualmente llegará la resignación y la aceptación del abandono, eventualmente, pues tal proceso puede durar en algunos casos unas noches o toda una vida.

Para fines prácticos ella ha muerto y sus cenizas se han esparcido desde la lanzadera espacial a 400 km de altura sobre todo el globo. Está en algún lugar de la Tierra. Luego, el duelo.

Entonces, ¿qué diferencia la muerte de la ausencia?

Aquí operan los milagros, no precisamente lazarescos, o de transplante cerebral tipo Frankestein.

Ahora suena el teléfono, ella quiere un tomar café.

20100607

"Un diccionario para entender a los bogotanos"

Bogotálogo: usos, desusos y abusos del español hablado en Bogotá

Este es un proyecto que viene desarrollando Andrés Ospina desde hace seis años, ahora patrocinado por la Secretaría Distrital de Recreación y Cultura. Este diccionario busca compilar la identidad del habla en la capital.


http://www.youtube.com/watch?v=fO1Nm8FviDo

http://www.culturarecreacionydeporte.gov.co/portal/node/3594

Acpm. Base nutricional de la dieta bogotana, conformada en dosis equivalentes por cuatro componentes (arroz, papa, carne y maduro) –todos ellos igualmente proteínicos, saludables y balanceados–, en una combinación que sin duda despertaría la envidia del más avezado experto en alimentación.

“Para mí almuerzo sin su buen ACPM no es almuerzo”.

burundanga. Escopolamina. Alcaloide tropánico extraído de las hojas de diversas plantas. La más común de éstas en la Sabana de Bogotá es el borrachero o burladora (datura stramonium). La sustancia es un poderoso depresor del cerebro y de las terminaciones nerviosas, de uso generalizado por parte de quienes profesan cierta particular modalidad de hurto consistente en intoxicar a la víctima para privarla de su voluntad y uso de razón. En dosis excesivas los efectos de la burundanga pueden ser irreversibles e incluso letales.
“Ahora ni en taxi pedido se puede andar porque le echan a uno burundanga”.
Véase paseo millonario, paquete chileno, tumbe, farra, cascado, choro.
calvazo. Golpe seco y veloz, propinado con la palma de la mano abierta, sobre la cabeza de algún desprevenido ubicado de espaldas al agresor. Costumbre predilecta de los compañeros mayores de colegio, quienes, con el aval de los monitores de ruta, que por regla general suelen estar en su mismo curso, gustan de golpear impunemente a los pequeñuelos de primaria y preescolar.
“Profe: ¡Los de Décimo nos viven pegando calvazos en el bus!”.
Véase monitor, ruta, chuzo, hueco, biyi.



Filipo Rviz y el Taller del Cuento Ciudad de Bogotá 2008

Sobre esta página

Filipo Rviz / Felipe Gómez abre este espacio en abril de 2008 cuando hizo parte del Taller de Cuento Ciudad de Bogotá 2008.
Dirigido por Carlos Castillo Quntero
http://www.tcuentobogota.blogspot.com

Desde entonces esta Bolsa de Ideas reune los relatos preliminares.


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