De los tiempos que cambian,
las pruebas son otras,
las afrentas caducan,
el amor se mide por los orificios auscultados con yemas sin huella.
La inflamación del Clitór
El deforestado monte de Venus
Temis, Tetis, Artemisa
son nombres ya olvidados
por que los hombres han sido obnubilados
no por la fiebre del oro.
Otra es la Meca.
Otras las ansias.
Mas el deseo sigue intacto
poseer el bien más preciado
inmaterial, invaluable.
De la mirada infinita, omnisciente
fría y distante del ciego Borges
jamás escapó tal secreto
deleitable como el corcho y el cieno.
La cuenca vacía, el tercer ojo
misterio místico loable.
El camino no es desconocido
El ser humano no es necesario.
Pues cualquier otro mamífero lo ha de encontrar.
Siempre hay vivarachos
que encuentra un camino más corto.
Elixir conector,
reduce agobios y penas
hidrocarburos saturados varios y homogéneos.
La terminal de los mil y un nervios espera
se funda esa roca la espada
que ningún Arturo extraiga jamás.